sábado, 23 de julio de 2016
Escala e instrumentos de medición
ESCALAS DE MEDICIÓN
Todo problema de investigación
científica, aún el más abstracto, implica de algún modo una tarea de
medición de los conceptos que intervienen en el mismo. Porque si tratamos con
objetos como una especie vegetal o un comportamiento humano nos veremos
obligados ya sea a describir sus características o a relacionarse éstas con
otras con las que pueden estar conectadas: en todo caso tendremos que utilizar
determinadas variables –tamaño, tipo de flor, semilla, o las variables que
definan el comportamiento de estudio- y tendremos que encontrar el valor que
éstas asumen en el caso estudiado. En eso consiste, desde el punto de vista
lógico más general, la tares de medir.
La idea de medición, de medida,
es intrínsecamente comparativa. Medir algo, en el caso más sencillo, es
determinar cuántas veces una cierta unidad o patrón de medida, cabe
en el objeto a medir. Para medir la longitud de un objeto físico nosotros
desplazamos una regla o cinta graduada sobre el mismo, observando cuantas
unidades (en este caso centímetros o metros) abarca el objeto en cuestión. Es
decir que comparamos el objeto con nuestro patrón de medición para determinar
cuántas unidades y fracciones del mismo incluye.
La medición de variables no
físicas resulta, en esencia, un proceso idéntico
al anterior. La dificultad reside en que las variables de este tipo no pueden
medirse con escalas tan sencillas como las lineales y en que, por otra parte,
no existen para su comparación patrones de medida universalmente definidos y
aceptados. Si deseamos medir el peso de un objeto podremos expresar el valor
del mismo en kilogramos, libras o cualquier unidad que, de todas maneras, tiene
un equivalente fijo y constante con las otras que utilizan. En cambio para
medir el grado de autoritarismo de un dirigente no existe ni una unidad ni una escala generalmente
reconocidas, por lo que el investigador se ve obligado a elegir alguna escala
de las que se han utilizado en otros trabajos o, lo que es bastante frecuente, a
construir una adaptada a sus necesidades específicas. Resulta evidente, además,
que el grado de autoritarismo no es una variable simple como el peso y la
longitud, sino una resaltante compleja de una multitud de acciones y actitudes parciales.
Por esta razón, medir un concepto complejo
implica realizar una serie de operaciones que
no tienen lugar en el caso de variables como el peso o la longitud; será
necesario definir las dimensiones que integran la variable, encontrar indicadores diversos
que la reflejen y construir luego una escala apropiada para el caso.
Una escala puede
concebirse como un continuo de valores ordenados
correlativamente que admite un punto inicial y otro final. Si evaluamos el
rendimiento académico de estudiantes podemos asignar el valor cero al mínimo
rendimiento imaginable al respecto; al mayor rendimiento posible podemos
atribuirle un valor de 100, 20, 10 o 7 puntos, según resulte más práctico. Con
estos dos valores tendríamos ya marcados los límites de
nuestra escala; para concluir de confeccionarla será necesario asignar a los
posibles rendimientos intermedios puntajes también intermedios. Con ello
obtendremos una escala capaz de medir la variable rendimiento académico a
través de los indicadores concretos de los trabajos presentados por los
estudiantes, de sus exámenes, pruebas y
otras formas de evaluación posibles.
Para que una escala pueda
considerarse como capaz de aportar información objetiva
debe reunir los dos siguiente requisitos básicos:
a. Confiabilidad: se refiere a la consistencia
interior de la misma, a su capacidad para discriminar en forma constante entre
un valor y otro. “Cabe confiar en una escala – anotan Goode y Hatt- cuando
produzca constantemente los mismos resultados al aplicarla a una misma
muestra", es decir, cuando siempre los mismos objetos aparezcan valorados
en la misma forma.
b. Validez: indica la capacidad de la escala para
medir las cualidades para las cuales ha sido construida y no otras parecidas.
Una escala confusa no puede tener validez, lo mismo que en una escala que esté
midiendo, a la vez e indiscriminadamente, distintas variables superpuestas.
"Una escala tiene validez cuando verdaderamente mide lo que afirma
medir".
Existen diferentes tipos de
escalas que se distinguen de acuerdo a la rigurosidad con que han sido
construidas y al propio comportamiento de las variables que miden. Se
acostumbra a clasificarlas en cuatro tipos generales que son los siguientes:
escalas nominales, ordinales, de intervalos iguales y de cocientes o razones.
Escalas nominales son
aquellas en que sólo se manifiesta una equivalencia de categorías entre los
diferentes puntos que asume la variable. Es como una simple lista de las
diferentes posiciones que pueda adoptar la variable, pero sin que en ella se
defina ningún tipo de orden o de relación. Si es una investigación sobre producción agrícola
queremos determinar los cereales que se cultivan en una cierta región, tendremos
una variable que se designará como "cereal cultivado". Los distintos
valores que esa variable reconoce serán, concretamente: trigo, maíz,
centeno, etc. Entre estos valores no cabe obviamente ninguna jerarquía, no se
puede trazar ningún ordenamiento. Sin embargo, a la enunciación explícita de
todas estas posibilidades la consideramos como una escala, pues de algún modo
es útil para medir el comportamiento de la variable, indicándonos en qué
posición se halla en cada caso.
Las escalas ordinales distinguen
los diferentes valores de la variable jerarquizándolos simplemente de acuerdo a
un rango. Establecen que existe una gradación entre uno y otro valor de la
escala, de tal modo que cualquiera de ellos es mayor que el precedente y menor
que el que le sigue a continuación. Sin embargo la distancia entre un valor y
otro no queda definida sino que es indeterminada. En otras palabras, tales
escalas nos esclarecen solamente el rango que las distintas posiciones guardan
entre sí. Un ejemplo de escala ordinal es el que suele usarse para medir la
variable "grado de escolaridad": podemos decir que una persona que
ha tenido 2 años de instrucción escolar ha recibido más instrucción que quien
solo tiene un año y menos que quien posee tres. Sin embargo no puede afirmarse
válidamente que la diferencia entre quien posee 2 años de instrucción y quien
ha recibido un año es igual a la diferencia entre quienes han recibido 16 y
17años de educación formal.
Por tanto, como no podemos determinar la equivalencia entre las distancias que
separan un valor de otro, debemos concluir que la escala pertenece a la
categoría ordinal.
Las escalas de intervalos
iguales, además de poseer la equivalencia de categorías y el ordenamiento
interno entre ellas, como en el caso de las ordinales, tienen las
características de que la distancia entre sus intervalos está claramente
determinada y que estos son iguales entre sí. Un ejemplo típico de las escalas
de intervalos iguales está dado por las escalas termométricas. Entre 23 y 24
grados centígrados, por ejemplo, existe la misma diferencia que hay entre 45 y
46 grados. Muchas otras escalas, como las que se utilizan en los test psicológicos
y de rendimiento, pertenecen a este tipo. La limitación que poseen es que no
definen un cero absoluto, un valor límite que exprese realmente la ausencia
completa de la cualidad medida. Por ello no se pueden establecer equivalencias matemáticas como
las de la proporcionalidad: no puede afirmarse que 24° C es el doble de temperatura que
12° C, porque el cero de la escala es un valor arbitrario y no se corresponde
con la ausencia absoluta de la variable que se mide.
Por último tenemos las escalas de cocientes,
llamadas también de razones. En ellas se conservan todas las propiedades de los
casos anteriores pero además se añade la existencia de un valor cero real, con
lo que se hacen posibles ciertas operaciones matemáticas, tales como la
obtención de proporciones y cocientes. Esto quiete decir que un valor de 20 en
una escala de este tipo es el doble de un valor de 10, o de las dos terceras
partes de un valor de 30. Son escalas de cocientes las que miden la longitud,
la masa, la intensidad de corriente eléctrica y otras variables del mundo
físico. Difícilmente las variables que intervien en las ciencias sociales
son medidas con escalas de razones, pues son contados los casos en que dichas
variables pueden ser definidas con la exactitud y precisión necesarias. La economía y
lademografía son,
entre estas disciplinas, las que más utilizan escalas de razones.
INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN
Un instrumento de recolección de
datos es, en principio, cualquier recurso de que se vale el investigador para
acercarse a los fenómenos y extraer de ellos información. Ya adelantábamos que
dentro de cada instrumento concreto pueden
distinguirse dos aspectos diferentes: forma y contenido. La forma del
instrumento se refiere al tipo de aproximación que establecemos con lo
empírico, a las técnicas que utilizamos para esta tarea. En cuanto al contenido
éste queda expresado en la especificación de los datos que necesitamos
conseguir; se concreta, por lo tanto, en una serie de ítems que no son otra
cosa que los mismos indicadores que permiten medir las variables, pero que
asumen ahora la forma de pregunta, puntos a observar, elementos a registrar,
etc. De este modo, el instrumento sintetiza en sí toda la labor previa de
investigación: resume los aportes del marco teórico al seleccionar datos que
corresponden a los indicadores y, por lo tanto, a las variables o conceptos
utilizados; pero también expresa todo lo que tiene de específicamente empírico
nuestro objeto de estudio pues sintetiza, a través de las técnicas de
recolección que emplea, el diseño concreto escogido para el trabajo.
Es medianamente una adecuada construcción de
los instrumentos de recolección que la investigación alcanza entonces la
necesaria correspondencia entre teoría y
hechos; es más, podríamos decir que es gracias a ellos que ambos términos
efectivamente se vinculan. Si en una investigación los instrumentos son
defectuosos se producirán, inevitablemente, algunas de las dificultades
siguientes: o bien los datos recogidos no servirán para satisfacer los interrogantes
iniciales o bien so se podrán obtener los datos que necesitamos, o vendrán
falseados, distorsionados, porque el instrumento no se adecua al tipo de hechos
en estudio. En ambos casos habrá, seguramente, uno o varios errores en las
etapas anteriores del proceso de investigación. Será entonces necesario volver
hacia atrás y revisar las diferentes tareas realizadas, hasta alcanzar una
mejor aproximación al problema.
COMO SE SABE SI UN INSTRUMENTO DE
MEDICIÓN ES CONFIABLE Y VÁLIDO
En la práctica es casi imposible
que una medición sea perfecta. Generalmente se tiene un grado de error. Desde
luego, se trata de que este error sea el mínimo posible. Es por esto que la
medición de cualquier fenómeno se conceptualiza con la siguiente formula
básica:
X = t + e
Donde "X" representa los valores observados
(resultados disponibles), "t" son los valores verdaderos y
"e" es el grado de error en la medición. Si no hay error de medición
("e" es igual a cero), el valor observado y el verdadero son
equivalentes. Esto puede verse claramente así:
X = t + 0
X = t
Esta situación representa el
ideal de medición. Entre mayor sea el error al medir, el valor que observamos
(en el cual nos basamos) se aleja más del valor real o verdadero. Por ejemplo,
si medimos la motivación de
un individuo y
esta medición está contaminada por un grado de error considerable, la motivación registrada
por el instrumento será bastante diferente de la motivación real que tiene ese
individuo. Por ello es importante que el error sea reducido lo más posible.
PROCEDIMIENTO QUE SE SIGUE PARA
CONSTRUIR UN INSTRUMENTO DE MEDICIÓN
Existen diversos tipos de
instrumentos de medición, cada uno con características diferentes. Sin embargo,
el procedimiento general
para construirlos es semejante.
El procedimiento que sugerimos
para construir un instrumento de medición es el siguiente:
Pasos
a. Listar las variables que se pretende medir u observar.
b. Revisar su definición conceptual y comprender su
significado. Por ejemplo, comprender bien
que es la motivación intrínseca
y que dimensiones la integran.
c. Revisar cómo han sido definidas operacionalmente
las variables, esto
es, como se ha medido cada variable. Ello implica comparar los distintos
instrumentos o maneras utilizadas para medir las variables (comparar su
confiabilidad, validez, sujetos a los cuales se les aplicó, facilidad de administración,
veces que las mediciones han resultado exitosas y posibilidad de uso en el
contexto de la investigación).
En este segundo caso, debemos asegurarnos de tener
un número suficiente de ítems para medir todas las variables en todas sus
dimensiones. Ya sea que se seleccione un instrumento previamente desarrollado y
se adapte o bien, se construya uno, éste constituye la versión preliminar de
nuestra medición.
d. Elegir el instrumento o los instrumentos (ya
desarrollados) que hayan sido favorecidos por la comparación y adaptarlos al
contexto de la investigación. Para
este caso sólo deben seleccionarse instrumentos cuya confiabilidad y validez se
reporte. No se puede confiar en una forma de medir que carezca de evidencia
clara y precisa de confiabilidad y validez. Cualquier investigación seria
reporta la confiabilidad y validez de su instrumento de medición. Recuérdese
que la primera varía de 0 a 1 para la segunda se debe mencionar el método utilizado
de validación y su interpretación.
De no ser así no podemos asegurar que el instrumento sea el adecuado. Si se
selecciona un instrumento desarrollado en otro país, deben hacerse pruebas
piloto más extensas. Tampoco no debe olvidarse que traducir no es validad un
instrumento, por muy buena que sea la traducción.
1. Si le asignamos una etiqueta o símbolo a cada
categoría, esto identifica exclusivamente a la categoría. Por ejemplo:
* = Masculino
z = Femenino
Si usamos numerales es lo mismo:
1 = Masculino 2 = Masculino
es igual a
2 = Femenino 1 = Femenino
Los números utilizados en este nivel de medición
tienen una función puramente
de clasificación y no se pueden manipular aritméticamente. Por ejemplo, la
afiliación religiosa es una variable nominal, si pretendiéramos operarla
aritméticamente tendríamos situaciones tan ridículas como esta:
1 = Católico
2 = Judío 1+2=3
3 = Protestante
4 = Musulmán Un católico + un judío = protestante?
5 = Otros (no tiene sentido)
Las variables nominales pueden incluir dos
categorías (dicotómicas), o bien, tres o más categorías (categóricas). Ejemplos
de variables nominales dicotómicas sería el sexo y
el tipo de escuela a
la que se asiste (privada – pública); y de nominales categóricas tendríamos a
la afiliación política (Partido
A, Partido B,…), la carrera elegida, la raza, el departamento o provincia o estado de
nacimiento y el canal de televisión preferido.
2. Nivel de medición nominal. En este nivel se tienen
dos más categorías del ítem o variable. Las categorías no tienen orden o
jerarquía. Lo que se mide es colocado en una u otra categoría, lo que indica
solamente diferencias respecto a una o más características. Por ejemplo, las
variables sexo de la persona tiene sólo dos categorías: masculino y femenino.
Ninguna de las categorías tiene mayor jerarquía que la otra, las categorías
únicamente reflejan deferencias en la variable. No hay orden de mayor a menor.
3. Nivel de medición ordinal. En este nivel hay varias
categorías, pero además éstas mantienen un orden de mayor a menor. Las
etiquetas o símbolos de
las categorías sí indican jerarquía. Por ejemplo, el prestigio ocupacional en
Estados Unidos ha sido medido por diversas escalas que reordenan a las
profesiones de acuerdo con su prestigio, por ejemplo:
e. Indicar el nivel de medición de cada ítem y, por
ende, el de las variables. Existen
cuatro variables de medición ampliamente conocidos.
Valor de escala Profesión
90. Ingeniero químico
80. Científico de ciencias naturales (excluyendo la química)
60. Actor
1. Operador de estaciones eléctricas de potencia.
2. Manufactureros de tabaco
90 es más que 80, 80 más que 60,
60 más que 50 y así sucesivamente; es decir, los números (símbolos de
categorías) definen posiciones. Sin embargo, las categorías no están ubicadas a
intervalos iguales (no hay intervalo común). No podríamos decir con exactitud
que entre un actor (60) y un operador de estaciones de poder (50)
existe la misma distancia en prestigio que entre un científico de ciencias
naturales (80) y un ingeniero químico (90). Aparentemente en ambos casos la
distancia es 10, pero no es una distancia real. Otra escala clasificó el
prestigio de dichas profesiones de la siguiente manera:
Valor de escala Profesión
98 Ingeniero químico
95 Científico de ciencias
naturales (excluyendo la química)
84 Actor
78 Operador de estaciones
eléctricas de potencia.
13 Manufactureros de tabaco
Aquí la distancia entre un actor
(84) y un operador de estaciones (78) es de 6, y la distancia entre un
ingeniero químico (98) y un científico de ciencias naturales (95) es de 3.
Otro ejemplo sería la posición
jerárquica en la empresa:
Presidente 10
Vicepresidente 9
Director general 8
Gerente de área 7
Subgerente o superintendente 6
Jefe 5
Empleado A 4
Empleado B 3
Empleado C 2
Intendencia 1
Sabemos que el presidente (10) es
más que el vicepresidente (9), éste más que el director general (8), a su vez
este último más que el gerente (7)
y así sucesivamente; pero no puede precisarse en cada caso canto más. Tampoco
podemos utilizar las operaciones aritméticas básicas: no podríamos decir que 4
(empleado A) y 5 (jefe) = 9 (vicepresidente), ni que 10 (presidente) / 5 (jefe)
= 2 (empleado C). Sería absurdo, no tiene sentido.
1. Por ejemplo: una prueba de resolución de problemas matemáticos (30
problemas de igual dificultad). Si Ana Cecilia resolvió 10, Laura resolvió 20 y
Brenda 30. La distancia entre Ana Cecilia y Laura es igual a la distancia entre
Laura y Brenda.
Sin embargo, el cero (0) en la medición, es un cero
arbitrario, no es real (se asigna arbitrariamente a una categoría el valor de
cero y a partir de ésta se construye la escala). Un ejemplo clásico en ciencias
naturales es la temperatura (en grados centígrados y
Fahrenheit): el cero es arbitrario, no implica que realmente haya cero
(ninguna) temperatura (incluso en ambas escalas el cero es diferente).
Cabe agregar que diversas mediciones en el estudio
del comportamiento
humano no son verdaderamente de intervalo, pero se acercan a
ese nivel y se suele tratarlas como si fueran mediciones de intervalo. Esto se
hace porque este nivel de medición permite utilizar las operaciones aritméticas
básicas y algunas estadísticas modernas,
que de otro modo no se usarían. Aunque algunos investigadores no están de
acuerdo en suponer tales mediciones como si fueran de intervalo.
2. Nivel de medición por intervalos. Además
del orden o jerarquía entre categorías, se establecen intervalos iguales en la
medición. Las distancias entre categorías son las mismas a lo largo de toda la
escala. Hay intervalo constante, una unidad de medida.
3. Nivel de medición de razón. En este nivel, además
de tenerse todas las características del nivel de intervalos (intervalos
iguales entre las categorías y aplicación de operaciones aritméticas básicas y
sus derivaciones), el cero es real, es absoluto (no es arbitrario). Cero
absoluto implica que hay un punto en la escala donde no existe la propiedad.
Ejemplos de estas mediciones
sería la exposición a
la exposición a la televisión,
el número de hijos, la productividad,
las ventas de
un producto y
el ingreso.
Desde luego, hay variables que
pueden medirse en más de un nivel, según el propósito de medición. Por ejemplo,
la variable "antigüedad en la empresa".
Nivel de medición Categorías
- De razón En días (0 a K días)
- Ordinal Bastante antigüedad
Antigüedad regular
Poca antigüedad
Es muy importante indicar el
nivel de medición de todas las variables e ítems de la investigación, porque
dependiendo de dicho nivel se selecciona uno u otro tipo de análisis estadístico
(por ejemplo, la prueba estadística para
correlacionar dos variables de intervalo es muy distinta a la prueba para
correlacionar dos variables ordinales). Así, es necesario hacer una relación de
variables, ítems y niveles de medición.
a. Categoría Codificación (valor asignado)
- Masculino 1
- Femenino 2
Así, Carla Magaña en la variable sexo sería un
"2". Luis Gerardo Vera y Rubén Reyes serían un "1", Verónica
Larios un "2" y así sucesivamente.
Otro ejemplo sería la variable "horas de
exposición diaria a la televisión", que podría codificarse de la siguiente
manera:
Categoría Codificación (valor asignado)
- No ve televisión 0
- Menos de una hora 1
- Una hora 2
- Más de un hora, pero menos de dos 3
- Dos horas 4
- Más de dos horas, pero menos de tres 5
- Tres horas 6
- Más de tres horas, pero menos de cuatro 7
- Cuatro horas 8
- Más de cuatro horas 9
Es necesario insistir que cada ítem y variable
deberán tener una codificación (códigos numéricos) para sus categorías. Desde
luego, hay veces que un ítem no puede ser codificado a priori (precodificado)
porque es sumamente difícil conocer cuáles serán sus categorías. Por ejemplo,
si en una investigación fuéramos a preguntar: "¿Qué opina del programa económico
que recientemente aplico el gobierno?"
Las categorías podrían ser muchas más de las que nos imaginemos y resultaría
difícil predecir con precisión cuantas y cuáles serán. En estos casos la
codificación se lleva a cabo una vez que se aplica el ítem (a posteriori).
La codificación es necesaria para analizar
cuantitativamente los datos (aplicar análisis estadístico). A veces se utilizan
letras o símbolos en lugar de números (*, A, Z).
b. Indicar como se habrán de codificar los datos en cada ítem y variable. Codificar los
datos significa asignarles un valor numérico que los represente. Es decir, a
las categorías de cada ítem y variable se les asignan valores numéricos que
tienen un significado. Por ejemplo, si tuviéramos la variable "sexo"
con sus respectivas categorías, "masculino" y "femenino", a
cada categoría le asignaríamos un valor. Éste podría ser:
En esta prueba se analiza se las instrucciones se
comprenden y si los ítems funcionan adecuadamente. Los resultados se usan para
calcular la confiabilidad y, de ser posible, la validez del instrumento de
medición.
La prueba piloto se realiza con una pequeña muestra
(inferior a la muestra definitiva). Los autores aconsejamos que cuando la
muestra sea de 200 o más, se lleve a cabo la prueba piloto con entre 25 y 60
personas. Salvo que la investigación exija un número mayor.
c. Una vez que se indica el nivel de medición de cada
variable e ítem y que se determina su codificación, se procede a aplicar una
"prueba piloto" del instrumento de medición. Es decir, se aplica a personas con
características semejantes a las de la muestra o población objetivo de
la investigación.
d. Sobre base de la prueba piloto, el instrumento de
medición preliminar se modifica, ajusta y se mejora, los indicadores de
confiabilidad y validez son una breve ayuda, y estaremos en condiciones de
aplicarlo. Este procedimiento general para
desarrollar una medición debe adaptarse a las características de los tipos de
instrumentos de que disponemos en el estudio del comportamiento.
El diseño encuesta es exclusivo
de las ciencias sociales y parte de la premisa de que si, queremos conocer algo
sobre el comportamiento de las personas, lo mejor, lo más directo y simple, es
preguntárselo directamente a ellas. Se trata por tanto de requerir información
a un grupo socialmente
significativo de personas acerca de los problemas en estudio para luego,
mediante un análisis de tipo cuantitativo, sacar las conclusiones que se
correspondan con los datos recogidos.
Cuando se recaba información a
todas las personas que están involucradas en el problema en estudio este diseño
adopta el nombre de Censo. Los censos, por las dificultades materiales que
implica su realización, son casi siempre trabajos de envergadura, que sólo
pueden ser acometidos por los Estados o por instituciones de
muy amplios recursos.
Son sumamente útiles porque a través de ellos tenemos una información general
de referencia, indispensable para casi cualquier trabajo de indagación social
posterior. Por la gran cantidad de personas a entrevistar no es factible en
ellos obtener información muy detallada, pues se convertirían en trabajos
desproporcionadamente difíciles de ejecutar y analizar.
En su lugar se emplean las encuestas
por muestreo, donde se escoge mediante procedimientos estadísticos una
parte significativa de todo el diverso, que se toma como objeto a investigar.
Las conclusiones que se obtienen para este grupo se proyectan luego a la
totalidad del universo,
teniendo en cuenta los errores maestrales que se calculen para el caso. De esta
forma los hallazgos obtenidos a partir de la muestra pueden generalizarse a
todo el universo con
un margen de error conocido y limitado previamente por el investigador.
El método de encuestas ha
alcanzado gran popularidad entre los investigadores sociales, lo que ha llevado
a que muchas personas confundan encuestas con investigación
social como si fuera una misma cosa, siendo que en la realidad
la encuesta es sólo uno de los métodos posibles de estudio de la realidad
social y que presenta, como todos los métodos, sus puntos a favor y en contra.
Las principales ventajas que
han ayudado a difundir el diseño encuesta son las siguientes:
1. Su conocimiento de
la realidad es primario, no mediado, y por lo tanto menos engañoso. Al acudir
directamente a la gente (a los actores sociales) para conocer su situación, conducta u
opinión, nos precavemos contra una multiplicidad de distorsiones y nos ponemos
a salvo de interpretaciones que pueden estar altamente teñidas de subjetividad.
2. Como es posible agrupar los datos en forma de
cuadros estadísticos se hace más accesible la medición de las variables en
estudio. De esta forma se puede cuantificar una serie de variables operando con
ellas con mayor precisión, permitiendo el uso de correlaciones y de otros
recursos matemáticos; se supera así una de las dificultades básicas de la
investigación social que es su limitada rigurosidad y la alta posibilidad de
errores por un tratamiento poco exacto de los fenómenos.
3. La encuesta es un método de trabajo relativamente
económico y rápido. Si se cuenta con un equipo de entrevistadores y
codificadores convenientemente entrenado, resulta fácil llegar rápidamente a
una multitud de personas y obtener una gran cantidad de datos en poco tiempo.
Su costo,
para los casos simples, es sensiblemente bajo.
En los últimos años después del
relativo abuso precedente, la mayoría de los investigadores ha comprendido que
este diseño resulta del valor para determinado tipo de problemas pero que, en
otros casos, aparecen una serie de inconvenientes serios que le restan validez
como diseño. Las desventajas mas frecuentes que se le han
reconocido son:
1. La encuesta recoge la visión que la gente tiene de
sí misma; no puede dudarse de que ésta es siempre una imagen singular
y muy subjetiva y que, para algunos temas, puede ser deliberadamente falsa e
imprecisa. No es lo mismo lo que las personas hacen, sienten o creen, que lo
que ellas mismas dicen que hacen, creen o sienten. Existen algunos recursos
para reducir la magnitud de este serio problema, entre los que se cuentan:
omitir algunas preguntas que sabemos la mayoría no desea o no puede contestar
con veracidad, buscar formas indirectas de contrastación, prestar cuidadosa atención a
la presentación personal del
encuestador, etc. A pesar de estas técnicas de trabajo es imposible eliminar
por completo el fenómeno antes señalado, por lo que el investigador tendrá que
tomar en cuenta, al momento de hacer el análisis, las limitaciones que el mismo
acarrea.
2. La encuesta no relata los hechos sociales desde el
punto de vista de sus actores; puede, en este sentido, llegar a una cierta
profundidad y sistematicidad, pero resulta poco apta para reconocer las relaciones sociales
ya sean interpersonales o institucionales.
3. El diseño encuesta es básicamente estático. Tiende,
de por sí, a proporcionar una especie de imagen instantánea de un determinado
problema, pero no nos indica sus tendencias a la variación y menos aún sus
posibles cambios estructurales. Esta característica reduce notablemente su eficacia predictiva,
salvo para fenómenos de bastante simplicidad.
4. El tratamiento de la información es estadístico, lo
que supone agrupar a todas las respuestas dándole a cada una igual peso
relativo. Ello puede resultar muy democrático y útil en ciertos casos, pero
casi nunca se corresponde con la realidad de los hechos sociales, donde el liderazgo y
al asimetría de las posiciones sociales con por lo general la norma.
De los comentarios expuestos
puede inferirse cual es el campo de mayor utilidad de
este diseño. Las encuestas resultan apropiadas casi siempre para estudios de
tipo descriptivo, aunque no tanto para los explicativos. Son inadecuadas para
profundizar ciertos aspectos psicológicos o psico-sociales profundos pero muy
eficaces para problemas menos delicados, como los del mercado masivo
y las actitudes electorales. Resultan poco valiosas para determinar tipos de
liderazgo y en general todos los problemas que se refieren más a las relaciones
y estructuras sociales
que a las conductas más simples o a los comportamientos, actitudes y opiniones
masivas, donde sí adquieren mayor eficacia.
La lógica de
la verificación mediante encuestas se basa naturalmente en la correlación
estadística que presentan las distribuciones de frecuencias (o los porcentajes)
de dos o más variables sobre las cuales se supone que existen relaciones de
determinación. De este modo se puede inferir si existe o no una asociación
entre los valores de las mismas, con lo cual queda establecida una cierta
relación. Determinar, más allá de esto, el tipo de relación que se ha detectado
y el grado de influencia que ejerce una sobre otra requiere de otras nuevas
pruebas que no siempre es posible realizar por medio de este diseño.
ENTREVISTA
La entrevista,
desde el punto de vista del método, es una forma específica de interacción social
que tiene por objeto recolectar datos para una indagación. El
investigador formula preguntas a las personas capaces de aportarle datos de
interés, estableciendo un diálogo peculiar,
asimétrico, donde una de las partes busca recoger informaciones y la otra es la
fuente de esas informaciones. Por razones obvias sólo se emplea, salvo raras
excepciones, en las ciencias humanas.
La ventaja esencial de la
entrevista reside en que son los mismos actores sociales quienes proporcionan
los datos relativos a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes y
expectativas, cosa que por su misma naturaleza es
casi imposible de observar desde fuera. Nadie mejor que la misma persona
involucrada para hablarnos acerca de todo aquello que piensa y siente, de lo
que ha experimentado o proyecta hacer.
Pero existe un inconveniente de
considerable peso que reduce y limita los alcances de esta técnica. Cualquier
persona entrevistada podrá hablarnos de aquello que le preguntemos pero siempre
nos dará la imagen que tiene de las cosas, lo que cree que son, a
través de toda su carga subjetiva de intereses, prejuicios y estereotipos. La
propia imagen que el entrevistado tiene de sí mismo podrá ser radicalmente
falsa y, en todo caso, estará siempre idealizada de algún modo, distorsionada,
mejorada o retocada según factores que no es del caso analizar aquí, pero que
nunca podemos prever en detalle.
Este problema nos obliga a dejar
fuera de esta técnica a un campo considerable de problemas y de temas que, por
lo anterior, son explorados mejor por medio de otros procedimientos que
resultan más confiables. Por otra parte nos obliga a utilizar, a veces, caminos
indirectos, mediante preguntas que alcancen nuestro objetivo elípticamente,
utilizando todo tipo de rodeos. Es clásico de ejemplo de que las personas nunca
contestan la verdad respecto a sus ingresos personales
en dinero,
ya sea porque los disminuyen (ante el temor de estar frente a algún tipo de
inspector de impuestos),
o porque los aumentan (con fines de ostentación social o para reforzar su autoestima).
Tal como en este caso, el lector podrá imaginar una amplia variedad de
preguntas a las que los entrevistados sólo nos proporcionarían respuestas
inexactas o falsificadas, cuando no una reacción adversa que interrumpa toda comunicación.
Para que una entrevista obtenga éxito es
preciso prestar atención a una serie de factores aparentemente menores, pero
que en la práctica son decisiones para un correcto desarrollo del trabajo. Así,
es importante que la apariencia exterior del entrevistador resulte adecuada al
medio social donde habrá de formular sus preguntas, evitando innecesarias,
reacciones de temor, agresividad o desconfianza. El entrevistador, aparte de
este aspecto formal, deberá ser una persona de por lo menos una cultura media,
que comprenda el valor y la importancia de cada dato recogido y la función que
su trabajo desempeña en el conjunto de la investigación. Tendrá que ser
mentalmente ágil, no tener prejuicios marcados frente a ninguna categoría de
personas y, sobre todo, ser capaz de dejar hablar libremente a los demás,
eliminando por completo todo intento de convencerlos, apresurarlos, o
agredirlos por sus opiniones. La entrevista deberá realizarse a las horas más
apropiadas para las personas que responden, teniendo en cuenta que su posible
duración no afecte la confiabilidad de los datos.
Queremos destacar que las entrevistas no
son excluyentes con respecto a las técnicas de observación, ya que ambos
procedimientos pueden ser combinados sin ninguna dificultad, tratando
precisamente de compensar sus ventajas y desventajas, con lo que se puede
lograr una información mucho más confiable y amplia. Así, en muchas encuestas,
hay datos que el entrevistador recoge mediante la observación y no mediante
preguntas, como por ejemplo las características de la vivienda, la edad del
responderte, etc.
Parece apropiado, además,
despejar aquí la confusión que siempre vincula a las entrevistas con las
encuestas. Ni ellas son la misma cosa aunque las encuestas se realicen
generalmente por medio de entrevistas ni ambas son técnicas diferentes
aplicables a distintos casos. La encuesta, es un modelo general
de investigación, un diseño o método, que se apoya fundamentalmente en una
técnica de recolección que es la entrevista, aunque también utiliza
observaciones y datos secundarios. Además pueden utilizarse entrevistas en
otros tipos de diseños, como en los estudios de caso y experimentos,
sin que por ello estemos en presencia de una encuesta. Lo que vulgarmente se
llama entrevista no estructurada y lo que suele llamarse encuesta es igual a lo
que denominamos, en metodología científica,
entrevista estructurada. Por eso no tiene sentido hablar de entrevistas y
encuestas como dos técnicas diferentes sino de entrevistas estructuradas o no
que se aplican dentro de determinados diseños de investigación: encuestas,
estudios de caso, etc.
Pasando ahora a la clasificación
de los diversos tipos de entrevistas diremos que ellas pueden ordenarse como
una serie, de acuerdo principalmente a un elemento: su grado de estructuración
o formalización. Las entrevistas más estructuradas serán aquellas que
predeterminan en una mayor medida las respuestas a obtener, que fijan de
antemano sus elementos con más rigidez, mientras que las entrevistas informales
serán precisamente las que discurran de un modo más espontáneo, más libre, sin
sujetarse a ningún canon preestablecido. Los distintos tipos de entrevista
quedan expuestos a continuación:
Entrevistas no estructuradas:
De un modo general, una
entrevista no estructurada o no formalizada es aquella en que exista un margen
más o menos grande de libertad para
formular las preguntas y las respuestas. No se guían por lo tanto por un
cuestionario o modelo rígido, sino que discurren con cierto grado de
espontaneidad, mayor o menor según el tipo concreto de entrevista que se
realice. Entre estos tenemos los siguientes:
Entrevista informal: es la modalidad menos estructurada posible de
entrevista ya que la misma se reduce a una simple conversación sobre el tema de
estudio. Lo importante no es aquí definir los límites de lo tratado ni ceñirse
a algún esquema previo, sino "hacer hablar" al entrevistado, de modo
de obtener un panorama de los problemas más salientes, de los mecanismos
lógicos y mentales del responderte, de los temas que para él resultan de
importancia. Es de gran utilidad en estudios exploratorios y recomendable
cuando se trata de abordar realidades poco conocidas por el investigador,
también suele utilizarse en las fases iniciales –aproximativas- de
investigación de cualquier naturaleza, recurriendo a informantes claves que
pueden ser expertos sobre el tema en estudio, líderes formales o informales,
personalidades destacadas o cualquier persona que, en general, posea
informaciones de particular interés para la indagación. Lo más importante, en
este tipo de entrevista, es dar al responderte la sensación clara y definida de
que puede hablar libremente, alentándolo y estimulándolo para que lo haga y
cuidando de no influirlo demasiado con nuestras actitudes o las palabras que
decimos.
Entrevista focalizada: es prácticamente tan libre y espontánea como
la anterior, pero tiene la particularidad de concentrarse en un único tema. El
entrevistador deja hablar sin restricciones al entrevistado, proponiéndole
apenas algunas orientaciones básicas pero, cuando éste se desvía del tema
original y se desliza hacia otros distintos, el entrevistador vuelve a centrar
la conversación sobre el primer asunto, y así repetidamente. Se emplea
normalmente con el objeto de explorar a fondo alguna experiencia vivida por el
entrevistado o cuando nuestros informantes son testigos presénciales de hechos
de interés, por lo que resulta adecuado a la vez insistir sobre lo mismo, pero
dejando entera libertad para captarlos en toda su riqueza. Esto ocurre también
cuando se trata de interrogar a los actores principales de ciertos hechos o a
testigos históricos. Tal tipo de entrevista requiere de gran habilidad en su
desarrollo para evitar tanto la dispersión temática como caer en formas más
estructuradas de interrogación.
Entrevistas por pautas o guías: son aquellas, ya algo más formalizadas, que se
guían por una lista de puntos de interés que se van explorando en el curso de
la entrevista. Los temas deben guardar una cierta relación entre sí. El
entrevistador, en este caso, hace muy pocas preguntas directas, y deja hablar
al responderte siempre que vaya tocando alguno de los temas señalados en la
pauta o guía. En el caso de que éste se aparte de ellos, o que no toque alguno
de los puntos en cuestión, el investigador llamará la atención sobre ellos,
aunque tratando siempre de preservar en lo posible la espontaneidad de la
interacción. Se usan en situaciones parecidas a las anteriores y cuando se
presentan casos en que los sujetos investigados prefieren más un desarrollo
flexible que un rígido por sus propias actitudes culturales o necesidades
personales. Son un complemento magnífico de las entrevistas más estructuradas
que se realizan en la encuestas por muestreo,
pues permiten añadir a éstas un tipo de información más subjetiva o profunda
que facilita el análisis de los otros datos.
Todas estas formas de
entrevistas, que tienen en común su poca formalización, poseen la ventaja de
permitir un diálogo más profundo y rico, de presentar los hechos en toda su
complejidad, captando no sólo las respuestas a los temas elegidos sino también
las actitudes, valores y formas de pensar de los entrevistados, a veces
inaccesibles por otras vías. Su principal inconveniente radica en que es poco
práctico sistematizar un gran número de entrevistas de este tipo,
organizándolas estadísticamente, pues pueden tener muy pocos puntos de contacto
entre sí. Otra dificultad que no debe omitirse es su costo, pues involucran la
presencia de personal altamente especializado durante tiempos relativamente
largos.
Los problemas de registro pueden
ser importantes, pues existe un gran número de palabras que es casi imposible
registrar en su totalidad. Pueden utilizarse grabadores para solventar este
inconveniente, aunque es preciso determinar previamente si la presencia de
tales aparatos cohíbe o no a los informantes. En todo caso es preciso realizar
un esfuerzo especial para transcribir, organizar e interpretar cada una de las
entrevistas realizadas, de modo de que sus datos puedan sintetizarse,
posteriormente, en una forma adecuada.
Entrevistas formalizadas
Estas se desarrollan en base a un
listado fijo de preguntas cuyo orden y redacción permanece
invariable. Comúnmente se administran a un gran número de entrevistados para su
posterior tratamiento estadístico. Por este motivo es la forma de recolección
de datos más adecuada para el diseño de encuesta, tanto que a veces provoca
confusiones entre instrumento y método.
Entre sus ventajas principales
mencionaremos su rapidez y el hecho de que pueden ser llevadas a cabo por
personas con mediana preparación, lo cual redunda en su bajo costo. Otra
ventaja evidente es su posibilidad de procesamiento matemático, ya que al
guardar una estricta homogeneidad sus respuestas resultan comparables y
agrupables. Su desventaja mayor estriba en que reducen grandemente el campo de
información registrado, limitando los datos a los que surgen de una lista
taxativa de preguntas. Esta lista de preguntas, que es el instrumento concreto
de recolección empleado en este caso, recibe el nombre de cuestionario y
puede ser administrado sin que necesariamente medie una entrevista. Debe ser
cuidadosamente redactado, evitando preguntas demasiado generales, confusas o de
doble sentido, y tratando de conservar un orden lo más natural posible.
Según el tipo de preguntas que se
incluyan en un cuestionario las entrevistas resultantes serán más o menos
estructuradas. Para ello suelen dividirse las preguntas en dos grandes tipos:
de alternativas fijas, de final abierto.
Las preguntas de alternativas
fijas, llamadas comúnmente cerradas, formalizan más el
cuestionario, pues en ellas sólo se otorga al entrevistado la posibilidad de
escoger entre un número limitado de respuestas posibles. Si se pregunta
"¿cree Ud. En los OVNIS,
sí o no?", estaremos ante una típica pregunta cerrada. Hay que tener sumo
cuidado en la redacción de estas alternativas ofrecidas, sean éstas dos, tres,
o veinte, si el responderte no puede elegir una respuesta que esté fuera de la
lista, la pregunta se habrá de considerar cerrada. Hay que tener sumo cuidado
en la redacción de estas alternativas, procurando especialmente que ellas sean
exhaustivas y mutuamente excluyentes, tal como ocurría para la confección en un
sentido determinado.
Las preguntas de final
abierto, llamadas también simplemente abiertas, proporcionan
una variedad más amplia de respuestas pues éstas pueden ser escogidas
libremente por los respondientes. Su redacción debe ser muy cuidadosa para
evitar respuestas confusas o erróneas, y para evitar además que ellas
predispongan a los entrevistados en uno u otro sentido. Un ejemplo de pregunta
abierta sería: "¿Qué opina Ud. Acerca de los OVNIS?"; como resulta
evidente, la respuesta aquí puede ser infinitamente variada, según lo opinión
de cada persona consultada. La información que se obtendrá será mucho más
completa y valiosa con esta pregunta que con la del ejemplo anterior, pero el trabajo de
procesamiento de los datos, en compensación, tendrá que ser sin duda mucho
mejor.
Una vez que se redacta el
conjunto de preguntas que constituyen un cuestionario es necesario revisar éste
una y otra vez para asegurarse de su consistencia y eliminar los posibles
errores u omisiones. Casi siempre se realiza lo que se denomina una prueba
piloto, que consiste en administrar el cuestionario a un conjunto reducido
de personas para calcular su duración, conocer sus dificultades y corregir sus
defectos, antes de aplicarlo a la totalidad de la muestra.
Durante las entrevistas se
utilizan frecuentemente ayudas visuales (fotografías, esquemas, tarjetas con
frases o palabras, etc.), que contribuyen a veces a obtener conocimientos más
complejos y que, en otros casos, cumplen función de preservar la objetividad,
evitando que la forma en que se pronuncia o describe algo introduzca un sesgo
determinado en las respuestas.
CUESTIONARIOS
Un cuestionario consiste en un
conjunto de preguntas respecto a una o más variables a medir. El contenido de
las preguntas de un cuestionario puede ser tan variado como los aspectos que
mida. Y básicamente, podemos hablar de dos tipos de preguntas: cerradas y
abiertas.
Las preguntas cerradas contienen
categorías o alternativas de respuestas que han sido delimitadas. Es decir, se
presentan a los sujetos las posibilidades de respuestas y ellos deben
circunscribirse a ellas. Pueden ser dicotómicas (dos alternativas de
respuestas) o incluir varias alternativas de respuestas.
En las preguntas cerradas las
categorías de respuestas son definidas a priori por el
investigador y se le presentan al respondiente, quien debe elegir la opción que
describa más adecuadamente su respuesta. Las escalas de actitudes en forma de
pregunta caerían dentro de la categoría de preguntas cerradas.
Ahora bien, hay preguntas cerradas, donde
el respondiente puede seleccionar más de una opción o categoría de respuesta.
Algunos respondientes pudieran marcar una, dos, tres, cuatro o cinco opciones
de respuesta. Las categorías no son mutuamente excluyentes. En otras ocasiones,
el respondiente tiene que jerarquizar opciones. O bien debe asignar un puntaje
a una o diversas cuestiones. En otras se anota una cifra.
En cambio, las preguntas
abiertas no delimitan de antemano las alternativas de respuesta. Por
lo cual el número de categorías de respuesta es muy elevado; en teoría, es
infinito.
Tamaño de un cuestionario
No existe una regla al respecto;
pero, si es muy corto se pierde información y si resulta largo puede resultar
tedioso. En este último caso, las personas pueden negarse a responder, o al
menos, lo responderán en forma incompleta. El tamaño depende del número de
variables y dimensiones a medir, el interés de los respondientes y la manera
como es administrado. Cuestionarios que duran más de 35 minutos deben resultar
tediosos a menos que los respondientes estén muy motivados para contestar. Una
recomendación que puede ayudarnos a evitar un cuestionario más largo de lo
requerido es: "No hacer preguntas innecesarias o injustificadas".
COMO APLICAR CUESTIONARIOS
Los cuestionarios pueden ser
aplicados de diversas maneras:
A. Autoadministrado. El cuestionario se proporciona
directamente a los respondientes, quienes lo contestan. No hay intermediarios y
las respuestas las marcan ellos. Obviamente que esta manera de aplicar el
cuestionario es impropia para analfabetas, personas que tienen dificultades de lectura o niños que
todavía no leen adecuadamente.
B. Por entrevista personal. Un entrevistador aplica el
cuestionario a los respondientes (entrevistados). El entrevistador va
haciéndole las preguntas al respondiente y va anotando las respuestas. Las
instrucciones son para el entrevistador. Normalmente se tienen varios
entrevistadores, quienes deberán estar capacitados en el arte de
entrevistar y conocer a fondo el cuestionario, y no deben sesgar o influir las
respuestas.
C. Por entrevista telefónica. Esta situación es
similar a la anterior, sólo que la entrevista no es "cara a cara"
sino a través del teléfono.
El entrevistador le hace las preguntas al respondiente por este medio de
comunicación.
D. Autoadministrado y enviado por correo postal,
electrónico o servicio de
mensajería. Los respondientes contestan directamente el cuestionario, ellos
marcan o anotan las respuestas, no hay intermediario. Pero los cuestionarios no
se entregan directamente a los respondientes ("en propia mano") sino
que se les envían por correo u otro medio, no hay retroalimentación inmediata,
si los sujetos tienen alguna duda no se les puede aclarar en el momento.
OBSERVACIÓN
La observación consiste en el
registro sistemático, válido y confiable de comportamiento o conducta
manifiesta. Puede utilizarse como instrumento de medición en muy diversas
circunstancias. Es un método más utilizado por quienes están orientados
conductualmente. Puede servir para determinar la aceptación de un grupo
respecto a su profesor,
analizar conflictos familiares, eventos masivos,
la aceptación de un producto en un supermercado, el comportamiento de
deficientes mentales, etc.
Pasos para construir un sistema de
observación
Los pasos para construir un
sistema de observación son:
1. Definir con precisión el universo de aspectos,
eventos o conductas a observar. Por ejemplo, si nuestro
interés es observar los recursos con que cuentan las escuelas de un distrito
escolar debemos definir lo que concebimos como "recurso escolar". Un
universo podría ser el comportamiento verbal y no verbal de un grupo de alumnos
durante un semestre. Otro universo sería las conductas de un grupo de
trabajadores durante sus sesiones en círculos de calidad o
equipos para la calidad, en un periodo de un año. O bien las conductas agresivas
de un grupo de esquizofrénicos en sesiones terapéuticas.
2. Extraer una muestra representativa de los aspectos,
eventos o conductas a observar. Un repertorio suficiente de conductas a
observar.
3. Establecer y definir las unidades de observación. Por
ejemplo, cada vez que se presenta una conducta agresiva, cada minuto se
analizará si el alumno está o no atento a la clase,
durante dos horas al día, el número de personas que leyeron el tablero de
avisos de la compañía, etc. El concepto de unidades de análisis es el mismo que
en el análisis de contenido, sólo que en la observación se trata de conductas,
eventos o aspectos.
4. Establecer y definir las categorías y subcategorías
de observación.
Tipos de observación
La observación puede ser participante
o no participante. En la primera, el observador interactúa con los sujetos
observados y en la segunda no ocurre esta interacción.
Ventajas de la observación
Tanto la observación como el
análisis de contenido tienen varias ventajas:
1. Son técnicas de medición no obstructivas. En el
sentido que el instrumento de medición no "estimula" el
comportamiento de los sujetos (las escalas de actitud y
los cuestionarios pretenden "estimular" una respuesta a cada ítem).
Los métodos no obstruidos simplemente registran algo que fue estimulado por
otros factores ajenos al instrumento de medición.
2. Aceptan material no estructurado.
3. Pueden trabajar con grandes volúmenes de datos
(material).
ESCALA DE LIKERT
Este método fue desarrollado por
Rensis Likert a principios de
los treinta; sin embargo, se trata de un enfoque vigente y bastante
popularizado. Consiste en un conjunto de ítems presentados en forma
de afirmaciones o juicios ante los cuales se pide la reacción de los sujetos.
Es decir, se presenta cada afirmación y se pide al sujeto que externe su
reacción eligiendo uno de los cinco puntos de la escala. A cada punto se le asigna
un valor numérico. Así, el sujeto obtiene una puntuación respecto a la
afirmación y al final se obtiene su puntuación total sumando las puntuaciones
obtenidas en relación a todas las afirmaciones.
Las afirmaciones califican al
objeto de actitud que se está midiendo y deben expresar sólo una relación
lógica, además es muy recomendable que no excedan de 20 palabras.
En este caso la afirmación
incluye o palabras y expresa una sola relación lógica (X – Y). Las alternativas
de respuesta o puntos de la escala son cinco e indican cuánto se está de
acuerdo con la afirmación correspondiente. Debe recordarse que a cada una de
ellas se le asigna un valor numérico y sólo puede marcarse una opción. Se
considera un dato inválido a quien marque dos o más opciones.
Como se construye una escala
Likert
En términos generales, una escala
Likert se construye generando un elevado número de afirmaciones que califiquen
al objeto de actitud y se administran a un grupo piloto para obtener las
puntuaciones del grupo en cada afirmación. Estas puntuaciones se correlacionan
con las puntuaciones del grupo a toda la escala (la suma de las puntuaciones de
todas las afirmaciones), y las afirmaciones cuyas puntuaciones se correlacionen
significativamente con las puntuaciones de toda la escala, se selecciona para
integrar el instrumento de medición. Asimismo, debe calcularse la confiabilidad
y validez de la escala.
Maneras de aplicar la escala
Likert
Existen dos formas básicas de
aplicar una escala Likert. La primera es de manera autoadministrada: se le
entrega la escala al correspondiente y éste marca respecto
a cada afirmación, la categoría que mejor describe su reacción o respuesta. Es
decir, marcan respuestas, la segunda forma es la entrevista; un entrevistador
lee las afirmaciones y alternativas de respuesta al sujeto y anota lo que éste
conteste. Cuando se aplica vía entrevista, es necesario que se le entregue al
entrevistador una tarjeta donde se muestran las alternativas de respuesta o
categorías.
Al construir una escala Likert
debemos asegurar que las afirmaciones y alternativas de respuesta serán
comprendidas por los sujetos a los que se les aplicará y que éstos tendrán la
capacidad de discriminación requerida.
CODIFICACIÓN
El objetivo de este procedimiento
es agrupar numéricamente los datos que se expresen en forma verbal para poder
luego operar con ellos como si se tratara, simplemente, de datos cuantitativos.
Para lograrlo se habrá de partir de un cúmulo de informaciones que tengan una
mínima homogeneidad, lo cual es necesario para poder integrarlas. Pueden
tratarse de cientos de respuestas a una misma pregunta o de una variedad de
posibles situaciones observadas mediante un mismo ítem de una pauta de
observación: en ambos casos existirá una determinada variedad de respuesta o de
observaciones que presenten las elecciones o los comportamientos de los objetos
de estudio.
El primer paso a dar frente a
todos estos datos es realizar una revisión atenta de un subgrupo reducido de
ellos con el objeto de encontrar una tipología de respuestas posibles, en
concordancia, por otra parte, con las formulaciones teóricas que guían la
investigación y con los criterios adoptados en la etapa de operacionalización.
A cada categoría de respuestas habremos de darle un código particular,
un número o letra diferente, que servirá para agrupar tras de sí a todas las
respuestas u observaciones que sean idénticas o que, al menos, aparezcan como
equivalentes. Luego procederemos a señalar a cada uno de los cuestionarios o
pautas con el código que le corresponde en cada caso, con la que quedará
sintetizada la respuesta que contiene. El proceso se facilita grandemente
cuando se realiza mediantecomputadoras.
Supongamos que hemos preguntado,
por medio de entrevistas estructuradas hechas a una muestra, la opinión que
tienen las personas respecto a las Naciones
Unidas. Si la pregunta ha sido abierta, cada responderte habrá
expuesto sus opiniones en algunas breves frases. La codificación nos permitirá
agrupar sus respuestas, para poder evaluar cuáles son las opiniones más
salientes al respecto. Nuestros códigos, por ejemplo, pondrán ser:
1. Es una institución que garantiza (o protege) la paz
mundial.
2. Es una institución que debería ser reformada.
3. Es útil por los servicios que
presta a los países menos desarrollados.
4. Es inoperante, ineficiente, etc.
5. No sabe o no opina al respecto.
Por supuesto que podrían
elaborarse otros códigos, categorizando más o menos detalladamente las
respuestas. Casi siempre que se encuentran ideas similares pero que se expresan
a través de palabras diferentes se procede a unificarlas en un mismo código;
excepcionalmente, cuando no sólo interesa la idea sino además los aspectos
lingüísticos con que ésta se manifiesta, es necesario buscar un código para
cada respuesta tomada textualmente. Los casos difíciles de ubicar, de
respuestas que pudieran situarse en más de una categoría, sólo pueden ser
resueltos consultando con el marco teórico. Cuando aparecen respuestas
ambiguas, extrañas o simplemente anómalas, es conveniente agruparlas en el
código "otras respuestas", para no abrir demasiadas categorías
simultáneamente.
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