sábado, 16 de julio de 2016

Marco teorico

¿Cómo se construye el marco teórico?

Uno de los propósitos de la revisión de la literatura es analizar y discernir si la teoría existente y la investigación anterior sugieren una respuesta (aunque sea parcial) a la pregunta o las preguntas de investigación; o bien, proveen una dirección a seguir dentro del tema de nuestro estudio (Danhke, 1989).
La literatura revisada puede revelar diferentes grados en el desarrollo del conocimiento:
Que existe una teoría completamente desarrollada, con abundante evidencia empírica2 y que se aplica a nuestro problema de investigación.
Que hay varias teorías que se aplican a nuestro problema de investigación.
Que hay “piezas y trozos” de teoría con apoyo empírico, moderado o limitado, que sugieren variables potencialmente importantes y que se aplican a nuestro problema de investigación.
Que hay descubrimientos interesantes, pero parciales, sin llegar a ajustarse a una teoría.

Que sólo existen guías aún no estudiadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de investigación.
Asimismo, nos podemos encontrar que los estudios antecedentes muestran falta de consistencia o claridad, debilidades en el método (en sus diseños, muestras, instrumentos para recolectar datos, etc.), aplicaciones que no han podido implementarse correctamente o que han mostrado problemas (Mertens,
2005).
En cada caso, varía la estrategia que habremos de utilizar para construir nuestro marco teórico. No obstante, antes de revisar los casos es necesario explicar algunos términos que se han utilizado en este apartado; por ejemplo, ¿qué es una teoría? y ¿cuáles son sus funciones? Hagamos, pues, una pausa y revisemos estos conceptos. Debemos aclarar que mucho podría decirse acerca de una teoría (hay incluso obras completas dedicadas únicamente a hablar del tema); sin embargo debido a que no es el propósito principal del libro ahondar en este tema, sólo trataremos algunos aspectos de él.

Acepciones del término teoría
El término “teoría” se ha utilizado de diferentes formas para indicar cuestiones distintas. Al revisar la literatura al respecto, nos encontramos con definiciones contradictorias o ambiguas; además, conceptos como teoría, orientación teórica, marco teórico de referencia, esquema teórico o modelo se usan ocasionalmente como sinónimos y otras veces con leves matices diferenciales (Sjoberg y Nett, 1980, p. 40).
En ocasiones, con teoría se indica una serie de ideas que una persona tiene respecto de algo (“yo tengo mi propia teoría sobre cómo educar a los hijos”). Otra concepción considera a las teorías como conjuntos de ideas no comprobables e incomprensibles, que están en las mentes de los científicos, y que tienen muy poca relación con la “realidad” (Black y Champion, 1976). Con frecuencia, las teorías se perciben como algo totalmente desvinculado de la vida cotidiana. Hay incluso quienes piensan que, debido a que no tratan “problemas relevantes” de la vida diaria (por ejemplo, cómo conseguir trabajo o hacerse rico, conquistar a una persona, ganar dinero en un casino, tener una vida matrimonial feliz o superar una tragedia), no son de ninguna utilidad (Black y Champion, 1976). De acuerdo con este punto de vista, sólo cuando las teorías explican cómo vivir mejor deben tomarse en cuenta seriamente.
También hay quienes creen que la teoría representa simples ideas para las cuales no se han generado procedimientos empíricos relevantes para medirlas o recolectar datos sobre ellas. Esta concepción confiere a la teoría cierta cualidad mística. Desde esta perspectiva, la información obtenida de la realidad sobre una proposición teórica sirve únicamente para ser refutada, porque no captura toda la esencia o el “corazón” u otra cualidad no mensurable del fenómeno que se investiga (Black y Champion, 1976). Una vez que un fenómeno es mensurable, observable o se puede recolectar información sobre éste, deja de ser importante desde el punto de vista teórico. Para los que están de acuerdo con este enfoque, en apariencia lo teórico es lo que no se puede medir, que escapa al escrutinio empírico. En consecuencia, no importa cuánta investigación se lleve a cabo, ésta resulta “teóricamente irrelevante” o, al menos, de trascendencia secundaria. Estas interpretaciones, a nuestro juicio erróneas, han provocado controversias y conducido a la investigación por diferentes caminos.
Algunos científicos del comportamiento humano han identificado cualquier clase de conceptualización con la teoría. Conceptos como nacionalismo, cultura, medios de comunicación colectiva, opinión pública, al definirse y utilizarse en la interpretación de materiales de investigación, se equiparan con la teoría social (Sjoberg y Nett, 1980). Así, se habla de teoría de la opinión pública, teoría de la información, teoría de la socialización, entre otras.
Otro uso del término teoría es el de pensamiento de algún autor, se identifica la teoría con los textos de autores clásicos como Karl Marx, Max Weber, Emile Durkheim, Burhus Frederic Skinner, Wilbur Schramm y Sigmund Freud. Pero esto significaría igualar el concepto “teoría” con la “historia de las ideas” (Sjoberg y Nett, 1980). Como parte de esta noción de teoría, algunos utilizan el término como sinónimo de “escuela de pensamiento”.
Hay quienes la conciben como esquema conceptual (Ferman y Levin, 1979). En tal sentido, la teoría se considera un conjunto de conceptos relacionados que representan la naturaleza de una realidad. Por ejemplo, en psicología social, los esquemas de la figura 4.1, que relacionan varios conceptos, se consideran representaciones teóricas motivacionales de la agresión.
Como cualquier tipo de esquemas, los modelos conceptuales que representan teorías no guardan toda la riqueza que éstas poseen. Los esquemas de la figura 4.1, si bien relacionan conceptos –incluso secuencialmente– y proporcionan un panorama de las razones por las que surge la agresión, no especifican cómo se relacionan los conceptos entre sí, pues únicamente se establece que cada concepto tiene un efecto sobre otro. Por ejemplo, el tercer esquema (teoría del aprendizaje social) no nos indica si las experiencias negativas y las inducciones del estímulo están relacionadas; tampoco se menciona cómo se provoca la reacción final; se sabe que depende de la excitación emocional y de las consecuencias anticipadas, pero no se especifica qué tipo de consecuencias están asociadas con la dependencia o con la agresión, la resolución constructiva del problema, etc.; ni se especifica si la cantidad de experiencias negativas es directamente proporcional a la excitación emocional. Así, el esquema es tan sólo una guía para comprender la agresión, aunque no ofrece todos los elementos para entenderla a fondo.
Lo mismo sucede con los otros esquemas que, aunque son más sencillos, sólo relacionan conceptos.

El segundo, por ejemplo, no señala si a mayor frustración corresponde mayor impulso agresivo; o a mayor frustración, menor impulso agresivo. En efecto, en este caso, ya sea por nuestra lógica o porque estamos familiarizados con el fenómeno, sabemos que lo primero es lo que ocurre normalmente (a mayor frustración, corresponde mayor impulso agresivo y mayor probabilidad de que se presente una conducta agresiva con más intensidad). Pero esto se debe a nuestro conocimiento obtenido por otras fuentes, no gracias al esquema.
La definición científica
Por último, otros investigadores conceptúan la teoría como explicación final o conocimiento que nos ayuda a entender situaciones, eventos y contextos. En esta acepción, la teoría consiste en un conjunto de proposiciones interrelacionadas, capaces de explicar por qué y cómo ocurre un fenómeno, o de visualizarlo.
En palabras de Kerlinger y Lee (2002, p. 10):
Una teoría es un conjunto de constructos (conceptos) interrelacionados, definiciones y proposiciones que presentan una visión sistemática de los fenómenos al especificar las relaciones entre variables, con el propósito de explicar y predecir los fenómenos.
El significado de teoría que adoptaremos en el libro es este último, el cual se encuentra presente, en mayor o menor grado, en otros, por ejemplo:
Una teoría es un conjunto de proposiciones vinculadas sistemáticamente que especifican relaciones causales entre variables. (Black y Champion, 1976, p. 56.)
Las teorías no sólo consisten en esquemas o tipologías conceptuales, sino que contienen proposiciones semejantes a leyes que interrelacionan dos o más conceptos o variables al mismo tiempo. Más aún, estas proposiciones deben estar interrelacionadas entre sí. (Blalock, 1985, p. 12.)
Un último comentario sobre las teorías como consumación de la explicación es que pueden acompañarse de esquemas, diagramas o modelos gráficos –incluso muchos autores los usan porque resulta conveniente para fines didácticos y para ilustrar los conceptos teóricos más importantes–. El hecho de que un esquema conceptual, no especifique varios aspectos de la teoría a la que hace referencia, y que no sea una explicación completa del fenómeno, no significa que carezca de utilidad. Simplemente se menciona que es uno de los significados que se le ha dado al término “teoría”. Muchos esquemas conceptuales vienen acompañados de explicaciones adicionales que nos ayudan a comprender un fenómeno; tal es el caso de la teoría del aprendizaje social y la agresión (Bandura, 1977 y 1978).

¿Cuáles son las funciones de la teoría (utilidad)?
1. La función más importante de una teoría es explicar: decir por qué, cómo y cuándo ocurre un fenómeno. Por ejemplo, una teoría de la personalidad autoritaria debe explicarnos, entre otras cuestiones, en qué consiste este tipo de personalidad, cómo surge y por qué una persona imperiosa se comporta de cierta manera ante determinadas situaciones.
2. Una segunda función consiste en sistematizar o dar orden al conocimiento sobre un fenómeno o una realidad, conocimiento que en muchas ocasiones es disperso y no se encuentra organizado.
3. Otra función, muy asociada con la de explicar, es la de predecir. Es decir, hacer inferencias a futuro sobre cómo se va a .manifestar u ocurrir un fenómeno dadas ciertas condiciones. Por ejemplo, una teoría adecuada de la toma de decisiones de los votantes deberá indicar cuáles son los factores que afectan al voto y, contando con información válida y confiable respecto de dichos factores, en relación con un contexto determinado de votación, predeciría qué candidato triunfará en tal votación.
En este sentido, la teoría, proporciona conocimiento de los elementos que están relacionados con el fenómeno sobre el cual se habrá de efectuar la predicción. Si hubiera una teoría precisa sobre los temblores, se sabría con exactitud qué factores provocan un sismo y cuándo es probable que ocurra.
Por lo tanto, en el caso de que alguien familiarizado con la teoría observara que estos factores se presentan, podría predecir este fenómeno, así como el momento en que sucedería.
Con frecuencia, para la explicación y predicción de ciertos fenómenos, se requiere de la concurrencia de varias teorías, una para cada aspecto del hecho (Yurén Camarena, 2000). Hay fenómenos que, por su complejidad, para predecirse requieren de varias teorías: la órbita de una nave espacial, la productividad de un individuo (donde requeriríamos teorías de la motivación, la satisfacción laboral, el desarrollo de habilidades, el desempeño), el grado de satisfacción de los cónyuges en una relación marital, etc. Pero es indudable que una teoría incrementa el conocimiento que tenemos sobre un fenómeno o realidad.

¿Todas las teorías son igualmente útiles o algunas teorías son mejores que otras?
Todas las teorías construidas mediante investigaciones adecuadas aportan conocimiento y en ocasiones ven los fenómenos que estudian desde ángulos diferentes (Littlejohn, 2001), pero algunas se encuentran más desarrolladas que otras y cumplen mejor con sus funciones. Para decidir el valor de una teoría se cuenta con varios criterios:
1. Capacidad de descripción, explicación y predicción
2. Consistencia lógica
3. Perspectiva
4. Innovación-inventiva (fructificación heurística)
5. Sencillez (parsimonia)
1. Capacidad de descripción, explicación y predicción
Una teoría debe ser capaz de describir, explicar y predecir el (los) fenómeno(s) a que hace referencia.
Describir implica varias cuestiones: definir el fenómeno, sus características y componentes, así como delimitar las condiciones y los contextos en que se presenta, y las distintas maneras en que llega a manifestarse. Describir representa también claridad conceptual.
Explicar tiene dos significados importantes. En primer término, significa poseer una forma de entendimiento de las causas del fenómeno. En segundo término, se refiere a “la prueba empírica” de las proposiciones de la teoría. Si éstas se encuentran apoyadas por los resultados, “la teoría subyacente debe supuestamente explicar parte de los datos” (Ferman y Levin, 1979, p. 33). Pero si las proposiciones no están confirmadas en la realidad, “la teoría no se considera como una explicación efectiva” (Ferman y Levin,
1979).
La predicción está asociada con este segundo significado de explicación, que depende de la evidencia empírica de las proposiciones de la teoría (Ferman y Levin, 1979). Si estas últimas poseen un considerable apoyo empírico (es decir, han demostrado que ocurren una y otra vez como lo explica la teoría) es de esperarse que en lo sucesivo vuelvan a manifestarse del mismo modo {como lo predice la teoría). Así, la teoría de la relación entre las características del trabajo y la motivación intrínseca explica que “a mayor variedad en el trabajo, habrá mayor motivación intrínseca hacia éste”. Entonces debe ser posible pronosticar, al menos parcialmente, el nivel de motivación intrínseca al observar el nivel de variedad en el trabajo.
Cuanta más evidencia empírica (datos) apoye a la teoría, mejor podrá describir, explicar y predecir el fenómeno o los fenómenos estudiados por ella.
2. Consistencia lógica
Una teoría tiene que ser lógicamente consistente, es decir, las proposiciones que la integran deberán estar interrelacionadas (no puede contener proposiciones sobre fenómenos que no estén vinculados entre sí), ser mutuamente excluyentes (no puede haber repetición o duplicación), y no caer en contradicciones internas o incoherencias (Black y Champion, 1976).
3. Perspectiva
Se refiere al nivel de generalidad de la teoría (Ferman y Levin, 1979). Una teoría posee más perspectiva mientras mayor cantidad de fenómenos explique y más aplicaciones admita. Hay teorías que abarcan diversas manifestaciones de un fenómeno; por ejemplo, una teoría de la motivación que pretenda describir y explicar qué es y cómo surge la motivación en general. Hay otras que abarcan sólo ciertas manifestaciones del fenómeno; por ejemplo, una teoría de la motivación que busque describir y explicar qué es la motivación en el trabajo, cómo se origina y qué la afecta.
4. Innovación-inventiva (fructificación heurística)
Es “la capacidad que tiene una teoría de generar nuevas interrogantes y descubrimientos” (Ferman y Levin, 1979, p. 34). Las teorías que originan, en mayor medida, la búsqueda de nuevos conocimientos son las que permiten que una ciencia avance.
5. Sencillez (parsimonia)
Es mejor que una teoría sea sencilla; esto no es un requisito, sino una cualidad deseable de una teoría. Sin duda, las teorías que pueden explicar uno o varios fenómenos en unas cuantas proposiciones, sin omitir ningún aspecto, son más útiles que las que necesitan un gran número de proposiciones para ello.
Desde luego, la sencillez no significa superficialidad.
¿Qué estrategia seguimos para construir el marco teórico: adoptamos una teoría o desarrollamos una perspectiva teórica?
Después de analizar el tema de las teorías, es momento de volver al de la construcción del marco teórico. El marco teórico o de referencia dependerá básicamente de lo que nos revele la revisión de la literatura.
1. Existencia de una teoría completamente desarrollada
Cuando hay una teoría capaz de describir, explicar y predecir el fenómeno, situación o suceso de manera lógica, completa, profunda y coherente, y cuando reúne los demás criterios de evaluación antes mencionados, la mejor estrategia para construir el marco teórico es tomar esa teoría como la estructura misma del marco teórico. Ahora bien, si se descubre una teoría que explica muy bien el problema de investigación que nos interesa, se debe tener cuidado de no investigar algo ya estudiado muy a fondo.
Imaginemos que alguien pretende realizar una investigación para someter a prueba la siguiente hipótesis referente al sistema solar: “Las fuerzas centrípetas tienden a los centros de cada planeta” (Newton, 1984, p. 61). Sería ridículo porque es una hipótesis generada hace 300 años, comprobada de modo exhaustivo y ha pasado a formar parte del saber común.
Cuando encontramos una teoría sólida que explique el fenómeno o fenómenos de interés, debemos darle un nuevo enfoque a nuestro estudio: a partir de lo que ya está comprobado, plantear otras interrogantes de investigación, obviamente aquellas que no ha podido resolver la teoría; o bien, para profundizar y ampliar elementos de la teoría y visualizar nuevos horizontes. También puede haber una buena teoría, pero aún no comprobada o aplicada a todo contexto. De ser así, resultaría de interés someterla a prueba empírica en otras condiciones. Por ejemplo, una teoría de las causas de la satisfacción laboral desarrollada en Japón que deseamos probar en Argentina o Brasil; o una teoría de los efectos de la exposición a contenidos sexuales en la televisión que únicamente se haya investigado en adultos, pero no en adolescentes.
En el caso de una teoría desarrollada, nuestro marco teórico consistirá en explicar la teoría, ya sea proposición por proposición, o en forma cronológica desarrollando su evolución. Supongamos que se intenta resolver el siguiente cuestionamiento: ¿cuáles son las características del trabajo relacionadas con la motivación por las tareas laborales? Al revisar la literatura, se encontraría una teoría sumamente desarrollada, designada como la teoría de la relación entre las características del trabajo y la motivación intrínseca (adaptado de Hackman y Oldham, 1980, p. 83; revalidado por Hernández Sampieri, 2005).


Nuestro marco teórico se basaría en esta teoría, incorporándole ciertas referencias de interés.
Algunos autores lo estructurarían de la siguiente manera:
1. La motivación intrínseca con respecto al trabajo.
1.1 Qué es la motivación intrínseca en el contexto laboral.
1.2 La importancia de la motivación intrínseca en el trabajo: su relación con la productividad.
2. Los factores del trabajo.
2.1 Factores organizacionales (clima organizacional, políticas de la empresa, instalaciones, características estructurales de la organización: tamaño, tecnología, etc.; normas de la organización, entre otras cuestiones. (Tratados muy brevemente porque la investigación se enfoca en otros aspectos.)
2.2 Factores del desempeño (atribuciones internas, sentimientos de competencia y autodeterminación, etc.). (También tratados muy brevemente por la misma razón.)
2.3 Factores personales (conocimientos y habilidades, interés inicial por el trabajo y variables de personalidad, necesidades de desarrollo, etc.). (También tratados en forma muy breve.)
2.4 Factores de recompensa extrínseca (salario, prestaciones y otros tipos de recompensas).
(Comentados muy brevemente.)
3. Características del trabajo.
3.1 Variedad en el trabajo.

3.2 Identificación de los resultados del individuo en el producto final.
3.3 Importancia o trascendencia del trabajo.
3.4 Autonomía.
3.5 Retroalimentación del desempeño.
3.5.1 Retroalimentación proveniente de agentes externos (superiores, supervisión técnica y compañeros de trabajo, que también constituyen una forma de recompensa extrínseca).
3.5.2 Retroalimentación proveniente del trabajo en sí.
3.6. Otras características.
4. La relación entre las características del trabajo y la motivación intrínseca. (Aquí se comentaría, cómo se vinculan entre sí dichas características y la forma en que se asocian, como un todo, a la motivación intrínseca. En esta parte del marco teórico, las características del trabajo se tomarían en conjunto, mientras que en el apartado 3 se menciona su correlación individual con la motivación intrínseca. Es decir, se explicaría el modelo de los moderadores de la relación entre las características del trabajo y la motivación intrínseca, a manera de resumen.)
En este caso, por lo menos 80% del marco teórico se desarrollaría en los incisos 3 y 4. Incluso, el inciso 2 es narrativo y general, y podría eliminarse. Su papel se limita a centrar el estudio en las variables de interés. En lo personal, nosotros agruparíamos los factores organizacionales, del desempeño, personales y de recompensa extrínseca en un solo apartado, puesto que de ellos sólo se hablará en términos muy generales.
Así, obtendríamos un capitulado más sencillo.
Otra perspectiva para nuestro marco teórico sería la cronológica, que consiste en desarrollar históricamente la evolución de la teoría (ir analizando las contribuciones más importantes al problema de investigación hasta llegar a la teoría resultante). Si lo desarrolláramos siguiendo una perspectiva cronológica, tendríamos la siguiente estructura:
1. La motivación intrínseca y la motivación extrínseca: una división de la motivación hacia el trabajo.
2. Los modelos motivacionales clásicos para estudiar la motivación intrínseca.
2.1 Antecedentes.
2.2 Víctor Vromm.
2.3 Frederick Herzberg.
2.4 Edward E. Lawler.
2.5 Edward L. Deci.
3. El modelo de rediseño del trabajo (R. Hackman y G. Oldham
4. Las nuevas redefiniciones: Thomas y Jansen, Ryan y Deci.
En los apartados se hablaría de las características del trabajo consideradas por cada autor o perspectiva en particular, así como su relación con la motivación intrínseca. Al final se incluiría la teoría resultante, producto de años de investigación. Ya sea que decidamos construir el marco teórico cronológicamente o desglosar la estructura de la teoría (tratando, uno por uno, las proposiciones y los elementos principales de ella), lo importante es explicar con claridad la teoría y la forma como se aplica a nuestro problema de investigación.
2. Existencia de varias teorías aplicables a nuestro problema de investigación
Cuando al revisar la literatura se descubren varias teorías y/o modelos aplicables al problema de investigación, podemos elegir una(o) y basarnos en ésta(e) para construir el marco teórico (desglosando la teoría o de manera cronológica); o bien, tomar partes de algunas o todas las teorías.
En la primera situación, elegimos la teoría que reciba una evaluación positiva (de acuerdo con los criterios que se comentaron antes) y que se aplique más al problema de investigación. Por ejemplo, si el planteamiento se centra en los efectos que tienen en los adolescentes los programas televisivos con alto contenido sexual, podríamos encontrar teorías que expliquen el efecto de ver sexo en televisión, pero sólo una de ellas tiene que ver con adolescentes o cuenta con evidencia empírica del contexto elegido. Sin duda, ésta debería ser la teoría que seleccionaríamos para construir nuestro marco teórico.
En la segunda situación, se tomaría de las teorías sólo aquello que se relaciona con el problema de estudio. En estos casos, antes de construir el marco teórico, conviene hacer un bosquejo de éste, analizarlo, decidir qué se va a incluir de cada teoría, procurando no caer en contradicciones lógicas (en ocasiones diversas teorías rivalizan en uno o más aspectos de manera total; si aceptamos lo que dice una teoría debemos desechar lo que postulan las demás). Cuando las proposiciones más importantes de las teorías se excluyen unas a otras, se debe elegir una sola. Pero si únicamente difieren en aspectos secundarios, se toman las proposiciones centrales que son más o menos comunes a todas ellas, y se eligen las partes de cada teoría que sean de interés y se acoplen entre sí.
Lo más común para construir el marco teórico es tomar una teoría como base y extraer elementos de otras teorías útiles.
3. Existencia de “piezas y trozos” de teorías (generalizaciones empíricas)
En ciertos campos del conocimiento no se dispone de muchas teorías que expliquen los fenómenos que estudian; a veces sólo tienen generalizaciones empíricas, es decir, proposiciones que han sido comprobadas en la mayor parte de las investigaciones realizadas. Al revisar la literatura, es muy probable encontrar una situación así. Lo que se hace entonces es construir una perspectiva teórica (en los dos casos anteriores se adoptaba una o varias teorías).














Cuando al revisar la literatura se encuentra una proposición única o en el planteamiento se piensa limitar la investigación a una generalización empírica (hipótesis), el marco teórico se construye incluyendo los resultados y las conclusiones a las que han llegado los estudios antecedentes, de acuerdo con algún esquema lógico (cronológicamente, por variable o concepto de la proposición, o por las implicaciones de las investigaciones anteriores). Pero recordemos que nuestro estudio debe innovar.4 Si nuestra pregunta de investigación fuera: ¿los individuos de un sistema social que conocen primero una innovación están más expuestos a los canales interpersonales de comunicación que quienes la adoptan con posterioridad?,5 nuestro marco teórico consistiría, en comentar los estudios de difusión de innovaciones que, de una u otra manera, han hecho referencia al problema de investigación. Comentar implicaría describir cada estudio, el contexto en que se realizó y los resultados y las conclusiones a los que se llegó.
Ahora bien, casi todos los estudios se plantean varias preguntas de investigación o una pregunta de la cual se derivan diversas proposiciones. En estos casos, el marco teórico también se fundamentaría en los estudios anteriores que se refieren a tales proposiciones. Los estudios se comentan y se van relacionando unos con otros, de acuerdo con un criterio coherente (cronológicamente, por cada proposición, o por las variables del estudio). En ocasiones se entrelazan las proposiciones de manera lógica para, tentativamente, construir una teoría (la investigación puede comenzar a integrar una teoría que estudios futuros se encargarán de afinar).
Cuando nos encontramos con generalizaciones empíricas, es frecuente organizar el marco teórico por cada una de las variables del estudio. Por ejemplo, si pretendemos investigar el efecto que producen ciertas dimensiones del clima organizacional sobre la rotación de personal, nuestro marco teórico podría tener la siguiente estructura:
1. Definiciones fundamentales: El clima organizacional y la rotación de personal.
2. Dimensiones del clima, organizacional6 y su efecto en la rotación de personal.
2.1. Moral
2.2. Apoyo de la dirección.
2.3. Motivación intrínseca.
2.4. Autonomía.
2.5. Identificación con la organización.
2.6. Satisfacción laboral.
En cada subsección del apartado 2 se definiría la dimensión y se incluirían las generalizaciones o proposiciones empíricas sobre la relación entre la variable y la rotación.
Las generalizaciones empíricas que se descubran en la literatura constituyen la base de lo que serán las hipótesis que se someterán a prueba y a veces son las hipótesis mismas. Lo mismo ocurre cuando tales proposiciones forman parte de una teoría.

4. Descubrimientos interesantes pero parciales que no se ajustan a una teoría
En la literatura, podemos encontrar que no hay teorías ni generalizaciones empíricas, sino únicamente algunos estudios previos relacionados –relativamente– con nuestro planteamiento. Podemos organizarlos como antecedentes de forma lógica y coherente, destacando lo más relevante en cada caso y citándolos como puntos de referencia. Se debe ahondar en lo que cada antecedente aporta.
Por ejemplo, Núñez (2001) diseñó una investigación para validar un instrumento que midiera el sentido de vida de acuerdo con el pensamiento y la filosofía de Viktor Frankl. Al revisar la literatura se encontró que había otras pruebas logoterapéuticas que medían el propósito de vida, pero que no reflejaban totalmente el pensamiento de dicho autor. Construyó su marco teórico alrededor del modelo concebido por
Frankl (manifestaciones del espíritu, libertad, responsabilidad, conciencia, valores, etc.) y tomó los instrumentos previos como puntos de referencia. No adaptó una teoría, adaptó un esquema de pensamiento y enmarcó su estudio con otros anteriores (que desarrollaron diversos instrumentos de medición). Entre algunos de sus apartados del marco teórico incluyó puntos como los siguientes:
MEDICIÓN DEL SENTIDO DE VIDA
* Test logoterapéuticos.
* El test de propósito vital de Crumbaugh y Maholick (PIL).
* Investigaciones realizadas con el PIL.
* Investigaciones en México.
* Test de Song.
* Escala de vacío existencial (EVS) del MMPI.
* Cuestionario de propósito vital (LPQ).
* El test del significado del sufrimiento de Starck.
* Test de Belfast.
* Logo test de Elizabeth Lukas.
5. Existencia de guías aún no investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de investigación
En ocasiones se descubre que se han efectuado pocos estudios dentro del campo de conocimiento en cuestión. En dichos casos el investigador tiene que buscar literatura que aunque no se refiera al problema específico de la investigación, lo ayude a orientarse dentro de él. Paniagua (1985), al llevar a cabo una revisión de la bibliografía sobre las relaciones interpersonales del comprador y el vendedor en el contexto organizacional mexicano, no detectó ninguna fuente primaria sobre el tema específico. Entonces, tomó referencias sobre relaciones interpersonales provenientes de otros contextos (superior-subordinado, entre compañeros de trabajo y desarrollo de las relaciones en general), y las aplicó a la relación comprador vendedor industrial para construir el marco teórico.
Tomemos otro caso para ilustrar cómo se constituye el marco teórico en situaciones donde no hay estudios previos sobre el problema de investigación específico. Suponga que se trata de analizar qué factores del contexto laboral provocan el temor del logro y a la motivación del logro7 de las secretarias que trabajan en la burocracia gubernamental de Costa Rica. Quizá se encuentre que no hay ningún estudio al respecto, pero tal vez existan investigaciones sobre el temor y la motivación del logro de las secretarias costarricenses {aunque no laboren en el gobierno) o de supervisores de departamentos públicos (aunque no se trate de la ocupación que específicamente nos interesa). Si tampoco ocurre lo segundo, tal vez haya estudios que tratan ambas variables con ejecutivos de empresas privadas o de secretarias de dependencias públicas de otros países. Si no es así, se acude a las investigaciones sobre el temor y la motivación del logro, a pesar de que probablemente se hayan realizado entre estudiantes de otro país. Pero si no hubiera ningún antecedente se recurriría a los estudios iniciales de motivación del logro de David McClelland y a los del temor del logro.
Aunque, por ejemplo, para temor del logro encontraríamos múltiples referencias (Kocovski y Endler, 2000; Lew, Alien, Papouchis y Ritzler, 1998; Janda, O’Grady y Capps, 1978; Cherry y Deaux, 1978; Tresemer, 1977 y 1976, y Zuckerman, 1980, entre otras). Pero en el supuesto de que tampoco las hubiera, se acudiría a estudios generales sobre temor y motivación. Sin embargo, casi siempre se cuenta con un punto de partida.
Las excepciones en este sentido son muy pocas. Las quejas de que “no hay nada”, “nadie lo ha estudiado”,
“no sé en qué antecedentes puedo basarme”, por lo general se deben a una deficiente revisión de la literatura.
Otro ejemplo sobre qué hacer cuando no hay literatura (incluso sobre cuestiones no inventadas), se incluye en el CD anexo (capítulo tres: Marco teórico: comentarios adicionales).

Algunas observaciones sobre el marco teórico

En el proceso cuantitativo siempre es conveniente efectuar la revisión de la literatura y presentarla de una manera organizada (llámese marco teórico, marco de referencia, conocimiento disponible o de cualquier otro modo), y aunque nuestra investigación puede centrarse en un objetivo de evaluación o medición muy específico (por ejemplo, un estudio que solamente pretenda medir variables particulares, como el caso de un censo demográfico en una determinada comunidad donde se medirían: nivel socioeconómico, nivel educativo, edad, sexo, tamaño de la familia, etc.), es recomendable revisar lo que se ha hecho antes (cómo se han realizado en esa comunidad los censos demográficos anteriores o, si no hay antecedentes en ella, cómo se han efectuado en comunidades similares; qué problemas se tuvieron, cómo se resolvieron, qué información relevante fue excluida, etc.). Esto ayudará a concebir un estudio mejor y más completo.
El papel del marco teórico resulta fundamental antes y después de recolectar los datos.


Construir el marco teórico, debemos centrarnos en el problema de investigación que nos ocupa sin divagar en otros temas ajenos al estudio. Un buen marco teórico no es aquel que contiene muchas páginas, sino el que trata con profundidad únicamente los aspectos relacionados con el problema, y que vincula de manera lógica y coherente los conceptos y las proposiciones existentes en estudios anteriores. Éste es otro aspecto importante que a veces se olvida: construir el marco teórico no significa sólo reunir información, sino también ligarla (en ello la redacción y la narrativa son importantes, porque las partes que lo integren deben estar enlazadas y no debe “brincarse” de una idea a otra). Un ejemplo que, aunque burdo, resulta ilustrativo de lo que acabamos de comentar, sería que alguien que trata de investigar cómo afecta a los adolescentes exponerse a programas televisivos con alto contenido sexual desarrollara una estructura del marco teórico más o menos así:
1. La televisión.
2. Historia de la televisión.
3. Tipos de programas televisivos.
4. Efectos macrosociales de la televisión.
5. Usos y gratificaciones de la televisión.
5.1. Niños.
5.2. Adolescentes.
5.3. Adultos.
6. Exposición selectiva a la televisión.
7. Violencia en la televisión.
7.1. Tipos.
7.2. Efectos.
8. Sexo en la televisión.
8.1. Tipos.
8.2. Efectos.
9. El erotismo en la televisión.
10. La pornografía en la televisión.
Es obvio que esto sería divagar en un “mar de temas”. Siempre se debe recordar que es muy diferente escribir un libro de texto, que trata a fondo un área determinada de conocimiento, que elaborar un marco teórico donde debemos ser selectivos.

¿Se ha hecho una revisión adecuada de la literatura?
En ocasiones, surge la duda sobre si se hizo o no una correcta revisión de la literatura y una buena selección de referencias para integrarlas en el marco teórico. Para responder a esta cuestión, es posible utilizar los siguientes criterios en forma de preguntas. Cuando respondamos “sí” a todas ellas, estaremos seguros de que, al menos, hemos hecho nuestro mejor esfuerzo y nadie que lo hubiera intentado podría haberobtenido un resultado mejor.
* ¿Acudimos a un banco de datos, ya sea de consulta manual o por computadora? y ¿pedimos referencias por lo menos de cinco años atrás? (ver CD anexo).
* ¿Buscamos en directorios, motores de búsqueda y espacios en Internet?
* ¿Consultamos como mínimo cuatro revistas científicas que suelen tratar el tema de interés? ¿Las consultamos de cinco años atrás a la fecha?
* ¿Buscamos en algún lugar donde había tesis y disertaciones sobre el tema de interés?
* ¿Buscamos libros sobre el tema al menos en dos buenas bibliotecas físicas o virtuales?
* ¿Consultamos con más de una persona que sepa algo del tema?
* Si, aparentemente, no descubrimos referencias en bancos de datos, bibliotecas, hemerotecas, videotecas y filmotecas, ¿contactamos a alguna asociación científica del área en la cual se encuentra enmarcado el problema de investigación?
Además, cuando hay teorías o generalizaciones empíricas sobre un tema, cabría agregar las siguientes preguntas con fines de autoevaluación:
* ¿Quién o quiénes son los autores más importantes dentro del campo de estudio?
* ¿Qué aspectos y variables se han investigado?
* ¿Hay algún investigador que haya estudiado el problema en un contexto similar al nuestro? Mertens (2005) añade otras interrogantes:
* ¿Tenemos claro el panorama del conocimiento actual respecto a nuestro planteamiento?
* ¿Sabemos cómo se ha conceptualizado nuestro planteamiento?
* ¿Generamos un análisis crítico de la literatura disponible?, ¿reconocimos fortalezas y debilidades de la investigación previa?
* ¿La literatura revisada se encuentra libre de juicios, intereses, presiones políticas e institucionales?
* ¿El marco teórico establece que nuestro estudio es necesario o importante?
* ¿En el marco teórico queda claro cómo se vincula la investigación previa con nuestro estudio?
¿Qué método podemos seguir para construir el marco teórico? Creswell (2005) sugiere el método de mapeo para construir el marco teórico –elaborar primero un mapa–. Además, los autores recomendamos otro: por índices (se vertebra todo a partir de un índice general).
Estos métodos se explican en el CD anexo (capítulo tres: Marco teórico: comentarios adicionales).
¿Cuántas referencias debe incluir un marco teórico y qué tan extenso debe ser?
Esto depende del planteamiento del problema, el tipo de reporte que elaboremos, el área en la cual nos situemos. Por lo tanto, no hay una respuesta exacta. Sin embargo, en el CD anexo (capítulo tres: Marco teórico: comentarios adicionales) incluimos las opiniones de algunos expertos en la metodología de la investigación.
La revisión de la literatura revela cuáles estudios se han realizado sobre el problema de investigación, e indica qué se está haciendo en la actualidad, es decir, proporciona un panorama sobre el estado del conocimiento en que se encuentra nuestra temática de investigación.
En este punto resulta necesario volver a evaluar el planteamiento del problema: ahora se conoce la problemática de investigación con mayor profundidad, puesto que hemos llevado a cabo una revisión completa de la literatura (estamos más que familiarizados con el tema). Esto es, nos debemos preguntar: ¿el planteamiento del problema se mantiene vigente o requiere de modificaciones? De ser así, ¿qué debe modificarse?, ¿realmente vale la pena efectuar la investigación planteada?, ¿es posible llevarla a cabo?, ¿cómo puede mejorarse el planteamiento original?, ¿de qué manera es novedosa la investigación?, ¿el camino a seguir es el correcto? Las respuestas a tales preguntas hacen que el planteamiento se mantenga, se perfeccione o se sustituya por otro. Una vez reevaluado el planteamiento del problema, se comienza a pensar en términos más concretos sobre la investigación que se va a realizar.

RESUMEN
El tercer paso del proceso de investigación cuantitativa consiste en elaborar el marco teórico.
El marco teórico se integra con las teorías, los enfoques teóricos, estudios y antecedentes en general, que se refieran al problema de investigación.
Para elaborar el marco teórico es necesario detectar, obtener y consultar la literatura, y otros documentos pertinentes para el problema de investigación, así como extraer y recopilar de ellos la información de interés.
La revisión de la literatura puede iniciarse manualmente o acudiendo a un banco de datos al que se tenga acceso por computadora, utilizando palabras “claves”.
Al recopilar información de referencias es posible extraer una o varias ideas, datos, opiniones, resultados, etcétera.
La construcción del marco teórico depende de lo que encontremos en la revisión de la literatura: a) que exista una teoría completamente desarrollada que se aplique a nuestro problema de investigación, b) que haya varias teorías que se apliquen al problema de investigación, c) que haya
generalizaciones empíricas que se adapten a dicho problema, o d) que encontremos descubrimientos interesantes, pero parciales que no se ajustan a una teoría, o e) que solamente existan guías aún no estudiadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de investigación. En cada caso varía la estrategia para construir el marco teórico.
Una fuente importante para construir un marco teórico son las teorías. Una teoría, de acuerdo con F H. Kerlinger, es un conjunto de conceptos, definiciones y proposiciones vinculados entre sí, que presentan un punto de vista sistemático de fenómenos especificando relaciones entre variables, con el objetivo de explicar y predecir estos fenómenos.
Las funciones más importantes de las teorías son: explicar el fenómeno, predecirlo y sistematizar el conocimiento.
A fin de evaluar la utilidad de una teoría para nuestro marco teórico podemos, aplicar cinco criterios:
aa) capacidad de descripción, explicación y predicción; b) consistencia lógica; c) perspectiva; d) innovación inventiva (fructificación heurística), y e) sencillez.
El marco teórico orientará el rumbo de las etapas subsecuentes del proceso de investigación.
Al construir el marco teórico, debemos centrarnos en el problema de investigación que nos ocupa sin divagar en otros temas ajenos al estudio.
Conceptos básicos
Construcción de una teoría Fuentes secundarias
Criterios para evaluar una teoría Fuentes terciarias
Esquema conceptual Funciones de la teoría
Estrategia de elaboración del Funciones del marco teórico marco teórico Generalización empírica
Estructura del marco teórico Marco teórico
Evaluación de la revisión Proceso cuantitativo realizada en la literatura Revisión de la literatura
Fuentes primarias Teoría
EJERCICIOS
1. Seleccione el artículo de una revista científica que contenga una investigación y analice su marco teórico. ¿Cuál es el índice (explícito o implícito) del marco teórico de esa investigación?, ¿el marco teórico está completo?, ¿está relacionado con el problema de investigación?, ¿cree usted que ayudó al investigador o los investigadores en su estudio?, ¿de qué manera?
2. Respecto al planteamiento del problema de investigación que eligió busque, por lo menos, diez referencias y extraiga de ellas la información pertinente.
3. Elija dos o más teorías que hagan referencia al mismo fenómeno y compárelas de acuerdo con los criterios para evaluar teorías.
4. En relación con el artículo seleccionado en el primer punto, recopile de él la información de los diversos casos que se presentaron (extraiga una idea, una cifra, una idea más la opinión del investigador, analice una idea, resuma la referencia, etcétera).
5. Construya un marco teórico pertinente para el problema de investigación que eligió desde el inicio de la lectura del texto.
6. Revise en el CD anexo la información adicional sobre este capítulo (en el CD es el capítulo 3).

EJEMPLOS DESARROLLADOS
LA TELEVISIÓN Y EL NIÑO
Índice del marco teórico
1. El enfoque de usos y gratificaciones de la comunicación colectiva.
1.1 Principios básicos.
1.2 Necesidades satisfechas por los medios de comunicación colectiva en los niños.
1.2.1 Diversión.
1.2.2 Socialización.
1.2.3 Identidad personal.
1.2.4 Supervivencia.
1.2.5 Otras necesidades.
2. Resultados de investigaciones sobre el uso que el niño da a la televisión.
3. Funciones que desempeña la televisión en el niño y gratificaciones que recibe éste por ver televisión.
4. Contenidos televisivos preferidos por el niño.
5. Condiciones de exposición a la televisión por parte del niño.
6. Control que ejercen los padres sobre sus hijos sobre la actividad de ver televisión.
7. Conclusiones relativas al marco teórico.

EL CLIMA ORGANIZACIONAL
Índice del marco teórico
1. Primeros antecedentes: De Mayo a Litwin y Stringer.
2. Definiciones, características y enfoques del clima organizacional.
2.1 ¿Características organizacionales o percepciones? Dicotomía del clima: objetivo-subjetivo.
2.2. Medida múltiple de los atributos organizacionales.
2.3. Medida perceptiva de los atributos individuales.
2.4. Medida perceptiva de los atributos organizacionales.
2.5. ¿Clima individual, grupal o colectivo?
2.6. El clima y otras variables organizacionales.
3. Dimensiones del clima organizacional.
3.1. Dimensiones del clima organizacional consideradas con más frecuencia en los estudios.
3.2. Definiciones de las dimensiones del clima organizacional consideradas con más frecuencia en los estudios.
4. Modelos del clima organizacional.
4.1. Ubicación del clima en el contexto de la organización.
4.2. Las causas que inciden en el clima.
4.3. Los efectos del clima organizacional.
4.4. Modelo mediatizador
4.4.1. Variables que intervienen.
4.4.2. Proceso de juicio común.
4.5. Otros modelos.
5. Conclusiones al marco teórico.
EL ABUSO SEXUAL INFANTIL
1. El problema del abuso sexual infantil.
1.1. Estadísticas internacionales.
1.2. Dimensiones del problema.
2. Programas de prevención del abuso sexual infantil (PPASI).
2.1. Tipos.
2.2. Efectos.
3. Evaluación de los PPASI.
3.1. CKAQ-R (EU y versión en español).
3.2. What if situation test (WIST).
3.3. Role play protocol (RPP) (EU y México).
3.4. Talking about touching evaluation program.
3.5. Evaluación de la prevención del abuso (EPA).





Fuente:  Metodologia de la invenstigacion 

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