¿Cómo se construye el marco
teórico?
Uno
de los propósitos de la revisión de la literatura es analizar y discernir si la
teoría existente y la investigación anterior sugieren una respuesta (aunque sea
parcial) a la pregunta o las preguntas de investigación; o bien, proveen una
dirección a seguir dentro del tema de nuestro estudio (Danhke, 1989).
La
literatura revisada puede revelar diferentes grados en el desarrollo del
conocimiento:
• Que
existe una teoría completamente desarrollada, con abundante evidencia empírica2 y que se aplica a nuestro problema de
investigación.
• Que
hay varias teorías que se aplican a nuestro problema de investigación.
• Que
hay “piezas y trozos” de teoría con apoyo empírico, moderado o limitado, que
sugieren variables potencialmente importantes y que se aplican a nuestro
problema de investigación.
• Que
hay descubrimientos interesantes, pero parciales, sin llegar a ajustarse a una
teoría.
• Que
sólo existen guías aún no estudiadas e ideas vagamente relacionadas con el
problema de investigación.
Asimismo,
nos podemos encontrar que los estudios antecedentes muestran falta de
consistencia o claridad, debilidades en el método (en sus diseños, muestras,
instrumentos para recolectar datos, etc.), aplicaciones que no han podido
implementarse correctamente o que han mostrado problemas (Mertens,
2005).
En
cada caso, varía la estrategia que habremos de utilizar para construir nuestro marco teórico.
No obstante, antes de revisar los casos es necesario explicar algunos términos
que se han utilizado en este apartado; por ejemplo, ¿qué es una teoría? y
¿cuáles son sus funciones? Hagamos, pues, una pausa y revisemos estos
conceptos. Debemos aclarar que mucho podría decirse acerca de una teoría (hay
incluso obras completas dedicadas únicamente a hablar del tema); sin embargo debido
a que no es el propósito principal del libro ahondar en este tema, sólo
trataremos algunos aspectos de él.
Acepciones
del término teoría
El
término “teoría” se ha utilizado de diferentes formas para indicar cuestiones
distintas. Al revisar la literatura al respecto, nos encontramos con
definiciones contradictorias o ambiguas; además, conceptos como teoría,
orientación teórica, marco teórico de referencia, esquema teórico o modelo se
usan ocasionalmente como sinónimos y otras veces con leves matices
diferenciales (Sjoberg y Nett, 1980, p. 40).
En
ocasiones, con teoría se
indica una serie de ideas que
una persona tiene respecto de algo (“yo tengo mi propia teoría sobre cómo
educar a los hijos”). Otra concepción considera a las teorías como conjuntos de ideas no comprobables e incomprensibles,
que están en las mentes de los científicos, y que tienen muy poca relación con
la “realidad” (Black y Champion, 1976). Con frecuencia, las teorías se perciben
como algo totalmente desvinculado de la vida cotidiana. Hay incluso quienes
piensan que, debido a que no tratan “problemas relevantes” de la vida diaria
(por ejemplo, cómo conseguir trabajo o hacerse rico, conquistar a una persona,
ganar dinero en un casino, tener una vida matrimonial feliz o superar una
tragedia), no son de ninguna utilidad (Black y Champion, 1976). De acuerdo con
este punto de vista, sólo cuando las teorías explican cómo vivir mejor deben
tomarse en cuenta seriamente.
También
hay quienes creen que la teoría representa simples
ideas para las cuales no se han generado procedimientos
empíricos relevantes para medirlas o recolectar datos sobre ellas. Esta
concepción confiere a la teoría cierta cualidad mística. Desde esta
perspectiva, la información obtenida de la realidad sobre una proposición
teórica sirve únicamente para ser refutada, porque no captura toda la esencia o
el “corazón” u otra cualidad no mensurable del fenómeno que se investiga (Black
y Champion, 1976). Una vez que un fenómeno es mensurable, observable o se puede
recolectar información sobre éste, deja de ser importante desde el punto de
vista teórico. Para los que están de acuerdo con este enfoque, en apariencia lo
teórico es lo que no se puede medir, que escapa al escrutinio empírico. En
consecuencia, no importa cuánta investigación se lleve a cabo, ésta resulta “teóricamente
irrelevante” o, al menos, de trascendencia secundaria. Estas interpretaciones,
a nuestro juicio erróneas, han provocado controversias y conducido a la
investigación por diferentes caminos.
Algunos
científicos del comportamiento humano han identificado cualquier clase de conceptualización
con la teoría.
Conceptos como nacionalismo, cultura, medios de comunicación colectiva, opinión
pública, al definirse y utilizarse en la interpretación de materiales de investigación,
se equiparan con la teoría social (Sjoberg
y Nett, 1980). Así, se habla de teoría de la opinión pública, teoría de la
información, teoría de la socialización, entre otras.
Otro
uso del término teoría es el de pensamiento de algún autor,
se identifica la teoría con los textos de autores clásicos como Karl Marx, Max
Weber, Emile Durkheim, Burhus Frederic Skinner, Wilbur Schramm y Sigmund Freud.
Pero esto significaría igualar el concepto “teoría” con la “historia de las
ideas” (Sjoberg y Nett, 1980). Como parte de esta noción de teoría, algunos
utilizan el término como sinónimo de “escuela de pensamiento”.
Hay
quienes la conciben como esquema conceptual (Ferman
y Levin, 1979). En tal sentido, la teoría se
considera un conjunto de conceptos relacionados que representan la naturaleza
de una realidad. Por ejemplo, en psicología social, los esquemas de la figura
4.1, que relacionan varios conceptos, se consideran
representaciones teóricas motivacionales de la agresión.
Como
cualquier tipo de esquemas, los modelos conceptuales que representan teorías no
guardan toda la riqueza que éstas poseen. Los esquemas de la figura 4.1, si
bien relacionan conceptos –incluso secuencialmente– y proporcionan un panorama
de las razones por las que surge la agresión, no especifican cómo se relacionan
los conceptos entre sí, pues únicamente se establece que cada concepto tiene un
efecto sobre otro. Por ejemplo, el tercer esquema (teoría del aprendizaje
social) no nos indica si las experiencias negativas y las inducciones del estímulo
están relacionadas; tampoco se menciona cómo se provoca la reacción final; se
sabe que depende de la excitación emocional y de las consecuencias anticipadas,
pero no se especifica qué tipo de consecuencias están asociadas con la
dependencia o con la agresión, la resolución constructiva del problema, etc.;
ni se especifica si la cantidad de experiencias negativas es directamente proporcional
a la excitación emocional. Así, el esquema es tan sólo una guía para comprender
la agresión, aunque no ofrece todos los elementos para entenderla a fondo.
Lo
mismo sucede con los otros esquemas que, aunque son más sencillos, sólo
relacionan conceptos.
El
segundo, por ejemplo, no señala si a mayor frustración corresponde mayor
impulso agresivo; o a mayor frustración, menor impulso agresivo. En efecto, en
este caso, ya sea por nuestra lógica o porque estamos familiarizados con el
fenómeno, sabemos que lo primero es lo que ocurre normalmente (a mayor
frustración, corresponde mayor impulso agresivo y mayor probabilidad de que se
presente una conducta agresiva con más intensidad). Pero esto se debe a nuestro
conocimiento obtenido por otras fuentes, no gracias al esquema.
La
definición científica
Por
último, otros investigadores conceptúan la teoría como explicación final o
conocimiento que nos ayuda a entender situaciones, eventos y contextos. En esta
acepción, la teoría consiste en un conjunto de proposiciones interrelacionadas,
capaces de explicar por qué y cómo ocurre un fenómeno, o de visualizarlo.
En
palabras de Kerlinger y Lee (2002, p. 10):
Una teoría es un conjunto de
constructos (conceptos) interrelacionados, definiciones y proposiciones que
presentan una visión sistemática de los fenómenos al especificar las relaciones
entre variables, con el propósito de explicar y predecir los fenómenos.
El
significado de teoría que adoptaremos en el libro es este último, el cual se
encuentra presente, en mayor o menor grado, en otros, por ejemplo:
Una teoría es un conjunto de
proposiciones vinculadas sistemáticamente que especifican relaciones causales
entre variables. (Black y Champion, 1976, p. 56.)
Las teorías no sólo consisten en
esquemas o tipologías conceptuales, sino que contienen proposiciones semejantes
a leyes que interrelacionan dos o más conceptos o variables al mismo tiempo.
Más aún, estas proposiciones deben estar interrelacionadas entre sí. (Blalock,
1985, p. 12.)
Un
último comentario sobre las teorías como consumación de la explicación es que
pueden acompañarse de esquemas, diagramas o modelos gráficos –incluso muchos autores
los usan porque resulta conveniente para fines didácticos y para ilustrar los
conceptos teóricos más importantes–. El hecho de que un esquema conceptual, no
especifique varios aspectos de la teoría a la que hace referencia, y que no sea
una explicación completa del fenómeno, no significa que carezca de utilidad.
Simplemente se menciona que es uno de los significados que se le ha dado al
término “teoría”. Muchos esquemas conceptuales vienen acompañados de
explicaciones adicionales que nos ayudan a comprender un fenómeno; tal es el
caso de la teoría del aprendizaje social y la agresión (Bandura, 1977 y 1978).
¿Cuáles
son las funciones de la teoría (utilidad)?
1.
La función más importante de una teoría es explicar: decir por qué, cómo y
cuándo ocurre un fenómeno. Por ejemplo, una teoría de la personalidad
autoritaria debe explicarnos, entre otras cuestiones, en qué consiste este tipo
de personalidad, cómo surge y por qué una persona imperiosa se comporta de
cierta manera ante determinadas situaciones.
2.
Una segunda función consiste en sistematizar o dar orden al conocimiento sobre
un fenómeno o una realidad, conocimiento que en muchas ocasiones es disperso y
no se encuentra organizado.
3.
Otra función, muy asociada con la de explicar, es la de predecir. Es decir, hacer inferencias a futuro sobre
cómo se va a .manifestar u ocurrir un fenómeno dadas ciertas condiciones. Por
ejemplo, una teoría adecuada de la toma de decisiones de los votantes deberá
indicar cuáles son los factores que afectan al voto y, contando con información
válida y confiable respecto de dichos factores, en relación con un contexto
determinado de votación, predeciría qué candidato triunfará en tal votación.
En
este sentido, la teoría, proporciona conocimiento de los elementos que están
relacionados con el fenómeno sobre el cual se habrá de efectuar la predicción.
Si hubiera una teoría precisa sobre los temblores, se sabría con exactitud qué
factores provocan un sismo y cuándo es probable que ocurra.
Por
lo tanto, en el caso de que alguien familiarizado con la teoría observara que
estos factores se presentan, podría predecir este fenómeno, así como el momento
en que sucedería.
Con
frecuencia, para la explicación y predicción de ciertos fenómenos, se requiere
de la concurrencia de varias teorías, una para cada aspecto del hecho (Yurén
Camarena, 2000). Hay fenómenos que, por su complejidad, para predecirse
requieren de varias teorías: la órbita de una nave espacial, la productividad
de un individuo (donde requeriríamos teorías de la motivación, la satisfacción
laboral, el desarrollo de habilidades, el desempeño), el grado de satisfacción
de los cónyuges en una relación marital, etc. Pero es indudable que una teoría
incrementa el conocimiento que tenemos sobre un fenómeno o realidad.
¿Todas
las teorías son igualmente útiles o algunas teorías son mejores que otras?
Todas
las teorías construidas mediante investigaciones adecuadas aportan conocimiento
y en ocasiones ven los fenómenos que estudian desde ángulos diferentes (Littlejohn,
2001), pero algunas se encuentran más desarrolladas que otras y cumplen mejor
con sus funciones. Para decidir el valor de una teoría se cuenta con varios
criterios:
1.
Capacidad de descripción, explicación y predicción
2.
Consistencia lógica
3.
Perspectiva
4.
Innovación-inventiva (fructificación heurística)
5.
Sencillez (parsimonia)
1.
Capacidad de descripción,
explicación y predicción
Una
teoría debe ser capaz de describir, explicar y predecir el (los) fenómeno(s) a
que hace referencia.
Describir
implica varias cuestiones: definir el fenómeno, sus
características y componentes, así como delimitar las condiciones y los
contextos en que se presenta, y las distintas maneras en que llega a manifestarse.
Describir representa
también claridad conceptual.
Explicar
tiene dos significados importantes. En primer término,
significa poseer una forma de entendimiento de las causas del fenómeno. En
segundo término, se refiere a “la prueba empírica” de las proposiciones de la
teoría. Si éstas se encuentran apoyadas por los resultados, “la teoría subyacente
debe supuestamente explicar parte de los datos” (Ferman y Levin, 1979, p. 33).
Pero si las proposiciones no están confirmadas en la realidad, “la teoría no se
considera como una explicación efectiva” (Ferman y Levin,
1979).
La
predicción está asociada con este segundo
significado de explicación, que depende de la evidencia empírica de las
proposiciones de la teoría (Ferman y Levin, 1979). Si estas últimas poseen un considerable
apoyo empírico (es decir, han demostrado que ocurren una y otra vez como lo
explica la teoría) es de esperarse que en lo sucesivo vuelvan a manifestarse
del mismo modo {como lo predice la teoría). Así, la teoría de la relación entre
las características del trabajo y la motivación intrínseca explica que “a mayor
variedad en el trabajo, habrá mayor motivación intrínseca hacia éste”. Entonces
debe ser posible pronosticar, al menos parcialmente, el nivel de motivación
intrínseca al observar el nivel de variedad en el trabajo.
Cuanta
más evidencia empírica (datos)
apoye a la teoría, mejor podrá describir, explicar y predecir el fenómeno o los
fenómenos estudiados por ella.
2.
Consistencia lógica
Una
teoría tiene que ser lógicamente consistente,
es decir, las proposiciones que la integran deberán estar interrelacionadas (no
puede contener proposiciones sobre fenómenos que no estén vinculados entre sí),
ser mutuamente excluyentes (no puede haber repetición o duplicación), y no caer
en contradicciones internas o incoherencias (Black y Champion, 1976).
3.
Perspectiva
Se
refiere al nivel de generalidad de la teoría (Ferman y Levin, 1979). Una teoría
posee más perspectiva mientras
mayor cantidad de fenómenos explique y más aplicaciones admita. Hay teorías que
abarcan diversas manifestaciones de un fenómeno; por ejemplo, una teoría de la
motivación que pretenda describir y explicar qué es y cómo surge la motivación
en general. Hay otras que abarcan sólo ciertas manifestaciones del fenómeno;
por ejemplo, una teoría de la motivación que busque describir y explicar qué es
la motivación en el trabajo, cómo se origina y qué la afecta.
4.
Innovación-inventiva
(fructificación heurística)
Es
“la capacidad que tiene una teoría de generar nuevas interrogantes y
descubrimientos” (Ferman y Levin, 1979, p. 34). Las teorías que originan, en
mayor medida, la búsqueda de nuevos conocimientos son las que permiten que una
ciencia avance.
5.
Sencillez (parsimonia)
Es
mejor que una teoría sea sencilla; esto no es un requisito, sino una cualidad
deseable de una teoría. Sin duda, las teorías que pueden explicar uno o varios
fenómenos en unas cuantas proposiciones, sin omitir ningún aspecto, son más
útiles que las que necesitan un gran número de proposiciones para ello.
Desde
luego, la sencillez no
significa superficialidad.
¿Qué
estrategia seguimos para construir el marco teórico: adoptamos una teoría o
desarrollamos una perspectiva teórica?
Después
de analizar el tema de las teorías, es momento de volver al de la construcción
del marco teórico. El marco teórico o de referencia
dependerá básicamente de lo que nos revele la revisión de la
literatura.
1.
Existencia de una teoría
completamente desarrollada
Cuando
hay una teoría capaz de describir, explicar y predecir el fenómeno, situación o
suceso de manera lógica, completa, profunda y coherente, y cuando reúne los
demás criterios de evaluación antes mencionados, la mejor estrategia para
construir el marco teórico es tomar esa teoría como la estructura misma del
marco teórico. Ahora bien, si se descubre una teoría que explica muy bien el
problema de investigación que nos interesa, se debe tener cuidado de no
investigar algo ya estudiado muy a fondo.
Imaginemos
que alguien pretende realizar una investigación para someter a prueba la
siguiente hipótesis referente al sistema solar: “Las fuerzas centrípetas
tienden a los centros de cada planeta” (Newton, 1984, p. 61). Sería ridículo
porque es una hipótesis generada hace 300 años, comprobada de modo exhaustivo y
ha pasado a formar parte del saber común.
Cuando
encontramos una teoría sólida que explique el fenómeno o fenómenos de interés,
debemos darle un nuevo enfoque a nuestro estudio: a partir de lo que ya está
comprobado, plantear otras interrogantes de investigación, obviamente aquellas
que no ha podido resolver la teoría; o bien, para profundizar y ampliar elementos
de la teoría y visualizar nuevos horizontes. También puede haber una buena
teoría, pero aún no comprobada o aplicada a todo contexto. De ser así,
resultaría de interés someterla a prueba empírica en otras condiciones. Por ejemplo,
una teoría de las causas de la satisfacción laboral desarrollada en Japón que deseamos
probar en Argentina o Brasil; o una teoría de los efectos de la exposición a
contenidos sexuales en la televisión que únicamente se haya investigado en
adultos, pero no en adolescentes.
En
el caso de una teoría desarrollada, nuestro marco teórico consistirá en
explicar la teoría, ya sea proposición por proposición, o en forma cronológica
desarrollando su evolución. Supongamos que se intenta resolver el siguiente cuestionamiento:
¿cuáles son las características del trabajo relacionadas con la motivación por
las tareas laborales? Al revisar la literatura, se encontraría una teoría
sumamente desarrollada, designada como la teoría de la relación entre las
características del trabajo y la motivación intrínseca (adaptado de Hackman y
Oldham, 1980, p. 83; revalidado por Hernández Sampieri, 2005).
Nuestro
marco teórico se basaría en esta teoría, incorporándole ciertas referencias de
interés.
Algunos
autores lo estructurarían de la siguiente manera:
1.
La motivación intrínseca con respecto al trabajo.
1.1
Qué es la motivación intrínseca en el contexto laboral.
1.2
La importancia de la motivación intrínseca en el trabajo: su relación con la
productividad.
2.
Los factores del trabajo.
2.1
Factores organizacionales (clima organizacional, políticas de la empresa,
instalaciones, características estructurales de la organización: tamaño,
tecnología, etc.; normas de la organización, entre otras cuestiones. (Tratados
muy brevemente porque la investigación se
enfoca en otros aspectos.)
2.2
Factores del desempeño (atribuciones internas, sentimientos de competencia y autodeterminación,
etc.). (También tratados muy brevemente
por la misma razón.)
2.3
Factores personales (conocimientos y habilidades, interés inicial por el
trabajo y variables de personalidad, necesidades de desarrollo, etc.). (También
tratados en forma muy breve.)
2.4
Factores de recompensa extrínseca (salario, prestaciones y otros tipos de
recompensas).
(Comentados
muy brevemente.)
3.
Características del trabajo.
3.1
Variedad en el trabajo.
3.2
Identificación de los resultados del individuo en el producto final.
3.3
Importancia o trascendencia del trabajo.
3.4
Autonomía.
3.5
Retroalimentación del desempeño.
3.5.1
Retroalimentación proveniente de agentes externos (superiores, supervisión
técnica y compañeros de trabajo, que también constituyen una forma de
recompensa extrínseca).
3.5.2
Retroalimentación proveniente del trabajo en sí.
3.6.
Otras características.
4.
La relación entre las características del trabajo y la motivación intrínseca. (Aquí
se comentaría, cómo se vinculan entre sí dichas características y la forma en
que se asocian, como un todo, a la motivación intrínseca. En esta parte del
marco teórico, las características del trabajo se tomarían en conjunto,
mientras que en el apartado 3 se menciona su correlación individual con la
motivación intrínseca. Es decir, se explicaría el modelo de los moderadores de
la relación entre las características del trabajo y la motivación intrínseca, a
manera de resumen.)
En
este caso, por lo menos 80% del marco teórico se desarrollaría en los incisos 3
y 4. Incluso, el inciso 2 es narrativo y general, y podría eliminarse. Su papel
se limita a centrar el estudio en las variables de interés. En lo personal,
nosotros agruparíamos los
factores organizacionales, del desempeño, personales y de recompensa extrínseca
en un solo apartado, puesto que de ellos sólo se hablará en términos muy
generales.
Así,
obtendríamos un capitulado más sencillo.
Otra
perspectiva para nuestro marco teórico sería la cronológica, que consiste en desarrollar históricamente
la evolución de la teoría (ir analizando las contribuciones más importantes al
problema de investigación hasta llegar a la teoría resultante). Si lo
desarrolláramos siguiendo una perspectiva cronológica, tendríamos la siguiente
estructura:
1.
La motivación intrínseca y la motivación extrínseca: una división de la
motivación hacia el trabajo.
2.
Los modelos motivacionales clásicos para estudiar la motivación intrínseca.
2.1 Antecedentes.
2.2 Víctor Vromm.
2.3 Frederick Herzberg.
2.4 Edward E. Lawler.
2.5
Edward L. Deci.
3.
El modelo de rediseño del trabajo (R. Hackman y G. Oldham
4.
Las nuevas redefiniciones: Thomas y Jansen, Ryan y Deci.
En
los apartados se hablaría de las características del trabajo consideradas por
cada autor o perspectiva en particular, así como su relación con la motivación
intrínseca. Al final se incluiría la teoría resultante, producto de años de
investigación. Ya sea que decidamos construir el marco teórico cronológicamente
o desglosar la estructura de la teoría (tratando, uno por uno, las
proposiciones y los elementos principales de ella), lo importante es explicar
con claridad la teoría y la forma como se aplica a nuestro problema de
investigación.
2.
Existencia de varias teorías
aplicables a nuestro problema de investigación
Cuando
al revisar la literatura se descubren varias teorías y/o modelos aplicables al
problema de investigación, podemos elegir una(o) y basarnos en ésta(e) para
construir el marco teórico (desglosando la teoría o de manera cronológica); o
bien, tomar partes de algunas o todas las teorías.
En
la primera situación, elegimos la teoría que reciba una evaluación positiva (de
acuerdo con los criterios que se comentaron antes) y que se aplique más al
problema de investigación. Por ejemplo, si el planteamiento se centra en los
efectos que tienen en los adolescentes los programas televisivos con alto contenido
sexual, podríamos encontrar teorías que expliquen el efecto de ver sexo en
televisión, pero sólo una de ellas tiene que ver con adolescentes o cuenta con
evidencia empírica del contexto elegido. Sin duda, ésta debería ser la teoría
que seleccionaríamos para construir nuestro marco teórico.
En
la segunda situación, se tomaría de las teorías sólo aquello que se relaciona
con el problema de estudio. En estos casos, antes de construir el marco
teórico, conviene hacer un bosquejo de éste, analizarlo, decidir qué se va a
incluir de cada teoría, procurando no caer en contradicciones lógicas (en
ocasiones diversas teorías rivalizan en uno o más aspectos de manera total; si
aceptamos lo que dice una teoría debemos desechar lo que postulan las demás).
Cuando las proposiciones más importantes de las teorías se excluyen unas a
otras, se debe elegir una sola. Pero si únicamente difieren en aspectos
secundarios, se toman las proposiciones centrales que son más o menos comunes a
todas ellas, y se eligen las partes de cada teoría que sean de interés y se
acoplen entre sí.
Lo
más común para construir el marco teórico es tomar una teoría como base y
extraer elementos de otras teorías útiles.
3.
Existencia de “piezas y trozos”
de teorías (generalizaciones empíricas)
En
ciertos campos del conocimiento no se dispone de muchas teorías que expliquen
los fenómenos que estudian; a veces sólo tienen generalizaciones
empíricas, es decir, proposiciones que han sido comprobadas
en la mayor parte de las investigaciones realizadas. Al revisar la literatura,
es muy probable encontrar una situación así. Lo que se hace entonces es
construir una perspectiva teórica (en los dos casos anteriores se adoptaba una
o varias teorías).
Cuando
al revisar la literatura se encuentra una proposición única o en el
planteamiento se piensa limitar la investigación a una generalización empírica
(hipótesis), el marco teórico se construye incluyendo los resultados y las
conclusiones a las que han llegado los estudios antecedentes, de acuerdo con
algún esquema lógico (cronológicamente, por variable o concepto de la
proposición, o por las implicaciones de las investigaciones anteriores). Pero
recordemos que nuestro estudio debe innovar.4 Si nuestra pregunta de investigación
fuera: ¿los individuos de un sistema social que conocen primero una innovación
están más expuestos a los canales interpersonales de comunicación que quienes
la adoptan con posterioridad?,5
nuestro marco teórico consistiría, en comentar los estudios
de difusión de innovaciones que, de una u otra manera, han hecho referencia al
problema de investigación. Comentar implicaría describir cada estudio, el
contexto en que se realizó y los resultados y las conclusiones a los que se
llegó.
Ahora
bien, casi todos los estudios se plantean varias preguntas de investigación o
una pregunta de la cual se derivan diversas proposiciones. En estos casos, el
marco teórico también se fundamentaría en los estudios anteriores que se
refieren a tales proposiciones. Los estudios se comentan y se van relacionando unos
con otros, de acuerdo con un criterio coherente (cronológicamente, por cada
proposición, o por las variables del estudio). En ocasiones se entrelazan las
proposiciones de manera lógica para, tentativamente, construir una teoría (la
investigación puede comenzar a integrar una teoría que estudios futuros se
encargarán de afinar).
Cuando
nos encontramos con generalizaciones empíricas, es frecuente organizar el marco
teórico por cada una de las variables del estudio. Por ejemplo, si pretendemos
investigar el efecto que producen ciertas dimensiones del clima organizacional
sobre la rotación de personal, nuestro marco teórico podría tener la siguiente
estructura:
1.
Definiciones fundamentales: El clima organizacional y la rotación de personal.
2.
Dimensiones del clima, organizacional6 y su efecto en la rotación de personal.
2.1.
Moral
2.2.
Apoyo de la dirección.
2.3.
Motivación intrínseca.
2.4.
Autonomía.
2.5.
Identificación con la organización.
2.6.
Satisfacción laboral.
En
cada subsección del apartado 2 se definiría la dimensión y se incluirían las
generalizaciones o proposiciones empíricas sobre la relación entre la variable
y la rotación.
Las
generalizaciones empíricas que se descubran en la literatura constituyen la
base de lo que serán las hipótesis que se someterán a prueba y a veces son las
hipótesis mismas. Lo mismo ocurre cuando tales proposiciones forman parte de
una teoría.
4.
Descubrimientos interesantes
pero parciales que no se ajustan a una teoría
En
la literatura, podemos encontrar que no hay teorías ni generalizaciones
empíricas, sino únicamente algunos estudios previos relacionados –relativamente–
con nuestro planteamiento. Podemos organizarlos como antecedentes de forma
lógica y coherente, destacando lo más relevante en cada caso y citándolos como puntos
de referencia. Se debe ahondar en lo que cada antecedente aporta.
Por
ejemplo, Núñez (2001) diseñó una investigación para validar un instrumento que
midiera el sentido de vida de acuerdo con el pensamiento y la filosofía de
Viktor Frankl. Al revisar la literatura se encontró que había otras pruebas
logoterapéuticas que medían el propósito de vida, pero que no reflejaban totalmente
el pensamiento de dicho autor. Construyó su marco teórico alrededor del modelo
concebido por
Frankl
(manifestaciones del espíritu, libertad, responsabilidad, conciencia, valores,
etc.) y tomó los instrumentos previos como puntos de referencia. No adaptó una teoría, adaptó un esquema de pensamiento y enmarcó su
estudio con otros anteriores (que desarrollaron diversos instrumentos de
medición). Entre algunos de sus apartados del marco teórico incluyó puntos como
los siguientes:
MEDICIÓN
DEL SENTIDO DE VIDA
*
Test logoterapéuticos.
*
El test de propósito vital de Crumbaugh y Maholick (PIL).
*
Investigaciones realizadas con el PIL.
*
Investigaciones en México.
*
Test de Song.
*
Escala de vacío existencial (EVS) del MMPI.
*
Cuestionario de propósito vital (LPQ).
*
El test del significado del sufrimiento de Starck.
* Test de Belfast.
* Logo test de Elizabeth Lukas.
5.
Existencia de guías aún no
investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de investigación
En
ocasiones se descubre que se han efectuado pocos estudios dentro del campo de
conocimiento en cuestión. En dichos casos el investigador tiene que buscar
literatura que aunque no se refiera al problema específico de la investigación,
lo ayude a orientarse dentro de él. Paniagua (1985), al llevar a cabo una revisión
de la bibliografía sobre las relaciones interpersonales del comprador y el
vendedor en el contexto organizacional mexicano, no detectó ninguna fuente
primaria sobre el tema específico. Entonces, tomó referencias sobre relaciones
interpersonales provenientes de otros contextos (superior-subordinado, entre compañeros
de trabajo y desarrollo de las relaciones en general), y las aplicó a la
relación comprador vendedor industrial para construir el marco teórico.
Tomemos
otro caso para ilustrar cómo se constituye el marco teórico en situaciones
donde no hay estudios previos sobre el problema de investigación específico.
Suponga que se trata de analizar qué factores del contexto laboral provocan el
temor del logro y a la motivación del logro7 de las secretarias que trabajan en la
burocracia gubernamental de Costa Rica. Quizá se encuentre que no hay ningún
estudio al respecto, pero tal vez existan investigaciones sobre el temor y la
motivación del logro de las secretarias costarricenses {aunque no laboren en el
gobierno) o de supervisores de departamentos públicos (aunque no se trate de la
ocupación que específicamente nos interesa). Si tampoco ocurre lo segundo, tal
vez haya estudios que tratan ambas variables con ejecutivos de empresas
privadas o de secretarias de dependencias públicas de otros países. Si no es
así, se acude a las investigaciones sobre el temor y la motivación del logro, a
pesar de que probablemente se hayan realizado entre estudiantes de otro país.
Pero si no hubiera ningún antecedente se recurriría a los estudios iniciales de
motivación del logro de David McClelland y a los del temor del logro.
Aunque,
por ejemplo, para temor del logro encontraríamos múltiples referencias
(Kocovski y Endler, 2000; Lew, Alien, Papouchis y Ritzler, 1998; Janda, O’Grady
y Capps, 1978; Cherry y Deaux, 1978; Tresemer, 1977 y 1976, y Zuckerman, 1980,
entre otras). Pero en el supuesto de que tampoco las hubiera, se acudiría a estudios
generales sobre temor y motivación. Sin embargo, casi siempre se cuenta con un
punto de partida.
Las
excepciones en este sentido son muy pocas. Las quejas de que “no hay nada”, “nadie
lo ha estudiado”,
“no
sé en qué antecedentes puedo basarme”, por lo general se deben a una deficiente
revisión de la literatura.
Otro
ejemplo sobre qué hacer cuando no hay literatura (incluso sobre cuestiones no
inventadas), se incluye en el CD anexo (capítulo tres: Marco teórico:
comentarios adicionales).
Algunas observaciones sobre el
marco teórico
En
el proceso cuantitativo siempre es conveniente efectuar la revisión de la
literatura y presentarla de una manera organizada (llámese marco teórico, marco
de referencia, conocimiento disponible o de cualquier otro modo), y aunque
nuestra investigación puede centrarse en un objetivo de evaluación o medición
muy específico (por ejemplo, un estudio que solamente pretenda medir variables
particulares, como el caso de un censo demográfico en una determinada comunidad
donde se medirían: nivel socioeconómico, nivel educativo, edad, sexo, tamaño de
la familia, etc.), es recomendable revisar lo que se ha hecho antes (cómo se han
realizado en esa comunidad los censos demográficos anteriores o, si no hay
antecedentes en ella, cómo se han efectuado en comunidades similares; qué
problemas se tuvieron, cómo se resolvieron, qué información relevante fue
excluida, etc.). Esto ayudará a concebir un estudio mejor y más completo.
El
papel del marco teórico resulta fundamental antes y después de recolectar los
datos.
Construir
el marco teórico, debemos centrarnos en el problema de investigación que nos
ocupa sin divagar en otros temas ajenos al estudio. Un
buen marco teórico no es aquel que contiene muchas
páginas, sino el que trata con profundidad únicamente los aspectos relacionados
con el problema, y que vincula de manera lógica y coherente los conceptos y las
proposiciones existentes en estudios anteriores. Éste es otro aspecto
importante que a veces se olvida: construir el marco teórico no significa sólo
reunir información, sino también ligarla (en ello la redacción y la narrativa
son importantes, porque las partes que lo integren deben estar enlazadas y no
debe “brincarse” de una idea a otra). Un ejemplo que, aunque burdo, resulta
ilustrativo de lo que acabamos de comentar, sería que alguien que trata de
investigar cómo afecta a los adolescentes exponerse a programas televisivos con
alto contenido sexual desarrollara una estructura del marco teórico más o menos
así:
1.
La televisión.
2.
Historia de la televisión.
3.
Tipos de programas televisivos.
4.
Efectos macrosociales de la televisión.
5.
Usos y gratificaciones de la televisión.
5.1.
Niños.
5.2.
Adolescentes.
5.3.
Adultos.
6.
Exposición selectiva a la televisión.
7.
Violencia en la televisión.
7.1.
Tipos.
7.2.
Efectos.
8.
Sexo en la televisión.
8.1.
Tipos.
8.2.
Efectos.
9.
El erotismo en la televisión.
10.
La pornografía en la televisión.
Es
obvio que esto sería divagar en un “mar de temas”. Siempre se debe recordar que
es muy diferente escribir un libro de texto, que trata a fondo un área
determinada de conocimiento, que elaborar un marco teórico donde debemos ser
selectivos.
¿Se ha hecho una revisión adecuada
de la literatura?
En
ocasiones, surge la duda sobre si se hizo o no una correcta revisión de la
literatura y una buena selección de referencias para integrarlas en el marco
teórico. Para responder a esta cuestión, es posible utilizar los siguientes
criterios en forma de preguntas. Cuando respondamos “sí” a todas ellas,
estaremos seguros de que, al menos, hemos hecho nuestro mejor esfuerzo y nadie
que lo hubiera intentado podría haberobtenido un resultado mejor.
*
¿Acudimos a un banco de datos, ya sea de consulta manual o por computadora? y
¿pedimos referencias por lo menos de cinco años atrás? (ver CD anexo).
*
¿Buscamos en directorios, motores de búsqueda y espacios en Internet?
*
¿Consultamos como mínimo cuatro revistas científicas que suelen tratar el tema
de interés? ¿Las consultamos de cinco años atrás a la fecha?
*
¿Buscamos en algún lugar donde había tesis y disertaciones sobre el tema de
interés?
*
¿Buscamos libros sobre el tema al menos en dos buenas bibliotecas físicas o
virtuales?
*
¿Consultamos con más de una persona que sepa algo del tema?
*
Si, aparentemente, no descubrimos referencias en bancos de datos, bibliotecas,
hemerotecas, videotecas y filmotecas, ¿contactamos a alguna asociación
científica del área en la cual se encuentra enmarcado el problema de
investigación?
Además,
cuando hay teorías o generalizaciones empíricas sobre un tema, cabría agregar
las siguientes preguntas con fines de autoevaluación:
*
¿Quién o quiénes son los autores más importantes dentro del campo de estudio?
*
¿Qué aspectos y variables se han investigado?
*
¿Hay algún investigador que haya estudiado el problema en un contexto similar
al nuestro? Mertens (2005) añade otras interrogantes:
*
¿Tenemos claro el panorama del conocimiento actual respecto a nuestro
planteamiento?
*
¿Sabemos cómo se ha conceptualizado nuestro planteamiento?
*
¿Generamos un análisis crítico de la literatura disponible?, ¿reconocimos
fortalezas y debilidades de la investigación previa?
*
¿La literatura revisada se encuentra libre de juicios, intereses, presiones
políticas e institucionales?
*
¿El marco teórico establece que nuestro estudio es necesario o importante?
*
¿En el marco teórico queda claro cómo se vincula la investigación previa con nuestro
estudio?
¿Qué
método podemos seguir para construir el marco teórico? Creswell
(2005) sugiere el método de mapeo para
construir el marco teórico –elaborar primero un
mapa–. Además, los autores recomendamos otro: por índices
(se vertebra todo a partir de un índice general).
Estos
métodos se explican en el CD anexo (capítulo tres: Marco teórico: comentarios
adicionales).
¿Cuántas
referencias debe incluir un marco teórico y qué tan extenso debe ser?
Esto
depende del planteamiento del problema, el tipo de reporte que elaboremos, el
área en la cual nos situemos. Por lo tanto, no hay una respuesta exacta. Sin
embargo, en el CD anexo (capítulo tres: Marco teórico: comentarios adicionales)
incluimos las opiniones de algunos expertos en la metodología de la investigación.
La
revisión de la literatura revela cuáles estudios se han realizado sobre el
problema de investigación, e indica qué se está haciendo en la actualidad, es
decir, proporciona un panorama sobre el estado del conocimiento en que se
encuentra nuestra temática de investigación.
En
este punto resulta necesario volver a evaluar el planteamiento del problema:
ahora se conoce la problemática de investigación con mayor profundidad, puesto
que hemos llevado a cabo una revisión completa de la literatura (estamos más
que familiarizados con el tema). Esto es, nos debemos preguntar: ¿el planteamiento
del problema se mantiene vigente o requiere de modificaciones? De ser así, ¿qué
debe modificarse?, ¿realmente vale la pena efectuar la investigación
planteada?, ¿es posible llevarla a cabo?, ¿cómo puede mejorarse el
planteamiento original?, ¿de qué manera es novedosa la investigación?, ¿el camino
a seguir es el correcto? Las respuestas a tales preguntas hacen que el
planteamiento se mantenga, se perfeccione o se sustituya por otro. Una vez
reevaluado el planteamiento del problema, se comienza a pensar en términos más
concretos sobre la investigación que se va a realizar.
RESUMEN
• El
tercer paso del proceso de investigación cuantitativa consiste en elaborar el
marco teórico.
• El
marco teórico se integra con las teorías, los enfoques teóricos, estudios y
antecedentes en general, que se refieran al problema de investigación.
• Para
elaborar el marco teórico es necesario detectar, obtener y consultar la
literatura, y otros documentos pertinentes para el problema de investigación,
así como extraer y recopilar de ellos la información de interés.
• La
revisión de la literatura puede iniciarse manualmente o acudiendo a un banco de
datos al que se tenga acceso por computadora, utilizando palabras “claves”.
• Al
recopilar información de referencias es posible extraer una o varias ideas,
datos, opiniones, resultados, etcétera.
• La
construcción del marco teórico depende de lo que encontremos en la revisión de
la literatura: a) que
exista una teoría completamente desarrollada que se aplique a nuestro problema
de investigación,
b) que
haya varias teorías que se apliquen al problema de investigación, c) que haya
generalizaciones empíricas que se adapten a dicho problema, o d) que encontremos descubrimientos interesantes,
pero parciales que no se ajustan a una teoría, o e) que solamente existan guías aún no estudiadas
e ideas vagamente relacionadas con el problema de investigación. En cada caso
varía la estrategia para construir el marco teórico.
• Una
fuente importante para construir un marco teórico son las teorías. Una teoría,
de acuerdo con F H. Kerlinger, es un conjunto de conceptos, definiciones y
proposiciones vinculados entre sí, que presentan un punto de vista sistemático
de fenómenos especificando relaciones entre variables, con el objetivo de
explicar y predecir estos fenómenos.
• Las
funciones más importantes de las teorías son: explicar el fenómeno, predecirlo
y sistematizar el conocimiento.
• A
fin de evaluar la utilidad de una teoría para nuestro marco teórico podemos,
aplicar cinco criterios:
aa) capacidad de descripción, explicación y
predicción; b) consistencia
lógica; c) perspectiva;
d) innovación
inventiva (fructificación heurística), y e)
sencillez.
• El
marco teórico orientará el rumbo de las etapas subsecuentes del proceso de
investigación.
• Al
construir el marco teórico, debemos centrarnos en el problema de investigación
que nos ocupa sin divagar en otros temas ajenos al estudio.
Conceptos básicos
Construcción
de una teoría Fuentes secundarias
Criterios
para evaluar una teoría Fuentes terciarias
Esquema
conceptual Funciones de la teoría
Estrategia
de elaboración del Funciones del marco teórico marco teórico Generalización
empírica
Estructura
del marco teórico Marco teórico
Evaluación
de la revisión Proceso cuantitativo realizada en la literatura Revisión de la
literatura
Fuentes
primarias Teoría
EJERCICIOS
1.
Seleccione el artículo de una revista científica que contenga una investigación
y analice su marco teórico. ¿Cuál es el índice (explícito o implícito) del
marco teórico de esa investigación?, ¿el marco teórico está completo?, ¿está
relacionado con el problema de investigación?, ¿cree usted que ayudó al
investigador o los investigadores en su estudio?, ¿de qué manera?
2.
Respecto al planteamiento del problema de investigación que eligió busque, por
lo menos, diez referencias y extraiga de ellas la información pertinente.
3.
Elija dos o más teorías que hagan referencia al mismo fenómeno y compárelas de
acuerdo con los criterios para evaluar teorías.
4.
En relación con el artículo seleccionado en el primer punto, recopile de él la
información de los diversos casos que se presentaron (extraiga una idea, una
cifra, una idea más la opinión del investigador, analice una idea, resuma la
referencia, etcétera).
5.
Construya un marco teórico pertinente para el problema de investigación que
eligió desde el inicio de la lectura del texto.
6.
Revise en el CD anexo la información adicional sobre este capítulo (en el CD es
el capítulo 3).
EJEMPLOS DESARROLLADOS
LA
TELEVISIÓN Y EL NIÑO
Índice
del marco teórico
1.
El enfoque de usos y gratificaciones de la comunicación colectiva.
1.1
Principios básicos.
1.2
Necesidades satisfechas por los medios de comunicación colectiva en los niños.
1.2.1
Diversión.
1.2.2
Socialización.
1.2.3
Identidad personal.
1.2.4
Supervivencia.
1.2.5
Otras necesidades.
2.
Resultados de investigaciones sobre el uso que el niño da a la televisión.
3.
Funciones que desempeña la televisión en el niño y gratificaciones que recibe
éste por ver televisión.
4.
Contenidos televisivos preferidos por el niño.
5.
Condiciones de exposición a la televisión por parte del niño.
6.
Control que ejercen los padres sobre sus hijos sobre la actividad de ver
televisión.
7.
Conclusiones relativas al marco teórico.
EL
CLIMA ORGANIZACIONAL
Índice
del marco teórico
1.
Primeros antecedentes: De Mayo a Litwin y Stringer.
2.
Definiciones, características y enfoques del clima organizacional.
2.1
¿Características organizacionales o percepciones? Dicotomía del clima:
objetivo-subjetivo.
2.2.
Medida múltiple de los atributos organizacionales.
2.3.
Medida perceptiva de los atributos individuales.
2.4.
Medida perceptiva de los atributos organizacionales.
2.5.
¿Clima individual, grupal o colectivo?
2.6.
El clima y otras variables organizacionales.
3.
Dimensiones del clima organizacional.
3.1.
Dimensiones del clima organizacional consideradas con más frecuencia en los
estudios.
3.2.
Definiciones de las dimensiones del clima organizacional consideradas con más
frecuencia en los estudios.
4.
Modelos del clima organizacional.
4.1.
Ubicación del clima en el contexto de la organización.
4.2.
Las causas que inciden en el clima.
4.3.
Los efectos del clima organizacional.
4.4.
Modelo mediatizador
4.4.1.
Variables que intervienen.
4.4.2.
Proceso de juicio común.
4.5.
Otros modelos.
5.
Conclusiones al marco teórico.
EL
ABUSO SEXUAL INFANTIL
1.
El problema del abuso sexual infantil.
1.1.
Estadísticas internacionales.
1.2.
Dimensiones del problema.
2.
Programas de prevención del abuso sexual infantil (PPASI).
2.1.
Tipos.
2.2.
Efectos.
3.
Evaluación de los PPASI.
3.1.
CKAQ-R (EU y versión en español).
3.2. What if situation test (WIST).
3.3.
Role play protocol (RPP) (EU y México).
3.4. Talking about touching
evaluation program.
3.5.
Evaluación de la prevención del abuso (EPA).
Fuente: Metodologia de la invenstigacion
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